No son "negacionistas": son "dudacionistas" y están por todos lados, en silencio (¿vamos con el palo o la zanahoria?)

(Por Íñigo Biain) Es injusto meter en la misma bolsa al pequeño y ruidoso colectivo de los "negacionistas" (los que creen que la Covid es una farsa orquestada por los gobiernos y sarasa, sasa, sa) y el mucho más amplio crucero de los "dudacionistas", gente que habiendo o no pasado Covid, le saca el brazo a la jeringa y opta por un silencioso "wait and see".

Image description
Salto de fe: recibiendo la monodosis de Janssen en Barcelona; si no fuera por un viaje, no me habría vacunado. ¡Y no soy negacionista! (IB)

Yo estuve ahí. Luego de haber pasado (sin ningún sobresalto) el Covid en Navidad (coincidencia que le vino de periquete a mi espíritu Grinch), podría haberme vacunado tanto en Córdoba (en abril o mayo) como en Barcelona (en mayo o junio), mucho antes de finalmente hacerlo ante la inminencia de un viaje, en julio, hace dos semanas.

Digamos que yo era de los "dudacionistas" blandos, las "palomas", el ala moderada de este movimiento silente que no despotrica contra las vacunas pero tampoco va corriendo hacia ellas como el elixir de la vida.

Las palomas del dudacionismo no aconsejamos "vacúnate" (aquí en Barcelona), "vacunáte" (allá en Córdoba), sino que entendemos las dudas razonables de la gente a la que ahora muchos culpan de la siguiente ola de contagios.

Pero ojo que el dudacionismo también tiene sus "halcones", un ala más militante y combativa cuyo extremo izquierdo se toca ya con los negacionistas (y en ciertos argumentos, por cierto, se confunden).

Dentro del gran "partido dudacionista" (se estima que nunca es menos del 10% y puede trepar hasta el 25% del "electorado" susceptible de ser vacunado), hay también una rama más "principista" que se niega a la caza de dudacionistas a manos del Estado, imponiendo restricciones a los viajes y -cada vez más en Europa- impidiéndoles sentarse a tomarse una cerveza en un bar.

Del otro lado, los "integrados" (tomando el concepto de Umberto Eco), también tienen sus matices: las palomas cuentan su historia con la vacuna y poco más; pero los halcones del "régimen" no solo cumplen con el "sagrado deber de vacunarse" sino que extienden su cruzada y van "a por ellos", los negacionistas (y en el avance, aporrean a los pacíficos dudacionistas).

El Estado -y todo Estado es comandado por los "integrados"- alterna entre sus halcones que salen con el palo a cazar y pinchar dudacionistas (les prohiben viajar, decíamos, ir al bar y la cosa irá a peor); mientras las palomas de los integrados muestran distintos tipos de zanahorias (en Argentina un intendente sorteaba dinero -cual lotería- y no faltará el que rebaje alguna tasa o impuesto a los que den el salto de fe, pongan el brazo y dejen sus dudas atrás).

El gran argumento de los integrados es mostrar que -efectivamente- millones y millones de vacunas aplicadas no han tenido complicaciones mayores y están demostrando ser útiles para bajar -si bien no definitivamente los contagios- al menos la tasa de mortalidad.

La gran duda de los dudacionistas se resume en una pregunta: por qué si es tan buena la vacuna ningún laboratorio asume riesgos y todos piden inmunidad legislativa ante eventuales efectos secundarios leves o severos. "Parece que no confiaran en su producto", dijo un exministro argentino de grueso torso y moral resbaladiza.

(Nota mental: ayer, en un encuentro argento-catalán, las mujeres presentes -entre las que había integradas y dudacionistas palomas y algún "halcona"- daban por cierto que las vacunas interfieren en sus ciclos menstruales)

Y así van las cosas: en España navegamos la quinta ola (en Galicia ya piden pasaporte Covid en los bares) y en Argentina dicen que vendrá la tercera. Los dudacionistas aspiran a escapar de los controles y que la inmunidad de rebaño llegue sin ellos dentro del corral pinchado. Los integrados quieren que todos den su salto de fe, por la buenas o por las otras, incluso corriendo el riesgo de empujar a los tranquilos dudacionistas a las filas ardorosas del negacionismo que les abre sus brazos para que el salto de fe sea en sentido inverso y ya dejen de dudar y entiendan que se pergeña un nuevo orden mundial y sarasa, sasa, sa.

Tu opinión enriquece este artículo:

Cataluña se posiciona como líder en movilidad sostenible en España (con el 19,5% de los puntos de recarga para vehículos eléctricos de acceso público)

Monta, la startup danesa especializada en recarga de vehículos eléctricos, aborda activamente el desafío de la electrificación del mercado español para priorizar el vehículo eléctrico en el camino hacia la movilidad sostenible. A pesar del creciente interés en la movilidad eléctrica en España y según los últimos datos del sector, se evidencia la necesidad de ampliar el parque de puntos de recarga en todo el país.

LLYC adquiere Dattis para reforzar su liderazgo en Colombia y América Latina (esta unión supondrá más de 140 clientes)

LLYC, firma global de Marketing y Corporate Affairs, ha llegado a un acuerdo para la adquisición de Dattis Comunicaciones, compañía de referencia del mercado colombiano en la prestación de servicios profesionales relacionados con la comunicación, los asuntos públicos y el PR marketing. La operación convierte a LLYC en la empresa número uno del sector en Colombia y consolida su liderazgo en América Latina.

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies.