No obstante, si bien la disposición a compartir casa puede estar ligada a tendencias culturales, las limitaciones de la oferta de vivienda y los precios de los alquileres también son factores que tienen un gran peso. Y es que, según el Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere, en el segundo trimestre de 2025, un apartamento amueblado en Ámsterdam costaba 2.685€, mientras que en Barcelona costaba 1.595€ y en Madrid 1.550€.
La necesidad de independencia, estrechamente ligada a la edad
Es una creencia popular que muchos jóvenes comparten piso debido al alto precio de los alquileres, prefiriendo vivir solos pero sin poder permitírselo. Las cifras de la encuesta lo corroboran y muestran una tendencia clara: cuanto mayores son los inquilinos, menos abiertos están a compartir piso. De manera que el 46% de los inquilinos en Europa de entre 18 y 20 años que comparten casa realmente prefieren vivir solos, sin embargo este porcentaje sigue aumentando progresivamente hasta alcanzar el 61% entre los inquilinos de entre 30 y 34 años.
¿Cómo viven los jóvenes inquilinos en Europa?
La encuesta de HousingAnywhere muestra además las diversas situaciones de los jóvenes que viven de alquiler en Europa. Casi la mitad de ellos (48%) comparte piso con amigos o compañeros, mientras que apenas el 21% vive solo realmente. El 10% vive con su pareja y el 16% sigue viviendo con sus padres o tutores.
En el caso de España, el porcentaje de inquilinos que viven solos cae hasta el 14%, lo que significa que se sitúa 7 puntos por debajo de la media europea. En contraste, el porcentaje de quienes comparten piso con amigos o compañeros sube hasta 52%. En cuanto a quienes conviven con su pareja o sus padres o tutores, los datos se mantienen en línea con Europa, siendo del 9% y el 19%, respectivamente.
"Compartir un hogar aporta grandes valores como son la colaboración y la responsabilidad, especialmente para los jóvenes que construyen su nueva vida en otra ciudad”, afirma Antonio Intini, Director General de HousingAnywhere. “Sin embargo, es esencial desarrollar mercados de alquiler con una oferta diversa que responda a todas las preferencias, ya sea compartir o no. Un mercado que garantice la disponibilidad y la asequibilidad tanto de habitaciones como de estudios y apartamentos, dando a cada persona la posibilidad de prosperar en cada etapa de su trayectoria vital".
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