Este porcentaje es superior al observado en la primera edición de este estudio, en 1994, cuando las mujeres ocupaban el 9,47% de los puestos directivos. El porcentaje también es superior al observado en la última oleada de este estudio, en 2018, cuando el porcentaje de mujeres directivas era un 2,77% más bajo.
Por otro lado, en la posición de mandos intermedios y jefes, las mujeres suponen el 33% de los empleados, frente a 31,52% en 2018.
Según el estudio de Ceinsa, en los puestos más altos es donde la presencia de las mujeres sigue siendo menor con un 9,4% de los Consejeros Delegados o Directores Generales de empresas privadas que son mujeres. El porcentaje es aún más bajo en los puestos de directores de división, donde las mujeres representan apenas el 5,7%, cifra apenas superior al 4% de 1994.
En el área de Recursos Humanos las mujeres están más representadas, con el 49,4% de los directivos, cifra casi idéntica a la del área de calidad, donde las mujeres suponen el 49,2% de los puestos directivos. Marketing y Logística son las otras posiciones laborables donde las mujeres representan más de un 40% de los directivos.
En el extremo opuesto, la dirección de operaciones y de fábricas representan cifras mucho más bajas, del 4,5% y del 5,4% respectivamente, siendo inferiores, por tanto, incluso, a los porcentajes de Consejeras Delegadas.
Por diferencias por edad, el estudio de Ceinsa muestra cómo el mayor porcentaje de mujeres directivas corresponde a las generaciones más jóvenes, entre las que tienen menos de 30 años, donde el 46,3% de los puestos directivos son ocupados por mujeres.
Sin embargo, el número de mujeres directivas decae a medida que se avanza en la franja de edad, representando un 19,4% de los puestos directivos ocupados por personas de entre 56 y 60 años y un 16% de los puestos directivos ocupados por personas por encima de los 60 años. Según el estudio, la presencia femenina ha disminuido en 2021 con respecto a 2018 en los tramos de edad inferiores a 35 años.
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