Sin embargo, paradójicamente, hasta un 72% de las compañías encuestadas no se ha preocupado de implementar ninguna estrategia para fomentar el empleo juvenil en el último año. Del 27,81% que sí lo ha hecho, la mitad cuenta con prácticas en colaboración con centros formativos, un 35,71% tiene programas de formación, el 28,57% ha puesto en marcha programas de acompañamiento y mentoring, y un 4,76% ofrece becas.
Un 71,52% de las empresas consultadas no lleva a cabo ninguna acción para fomentar el reclutamiento de mayores de 50 años, y con ello reducir la discriminación laboral por edad o edadismo. Además, un 87,42% tampoco cuenta con medidas específicas para mejorar la convivencia entre trabajadores de distintas generaciones ni cree que sea necesario ningún plan.
Las compañías consultadas cifran en un 19,4% el volumen de rotación de personal al que han tenido que hacer frente en el último año, cuatro puntos por debajo de la media que se registraba en 2019, antes de la pandemia. El 25,83% de las empresas considera que la razón principal de la fuga de talento se debe a que reciben mejores ofertas salariales de otras compañías. Mientras que para el 23,84% se trata de empleados que no pueden cumplir con sus aspiraciones de crecimiento profesional o personal en la empresa.
Respecto a los fenómenos de la Gran Renuncia y la Gran Rotación, un 47,68% de las organizaciones consultadas dice que no ha sufrido apenas renuncias de trabajadores durante el último año, y un 23,18% asegura que la rotación ha sido similar a la sufrida en otras épocas. Y solo un 29,14% cree que es superior a la de otros años.
La dificultad para encontrar talento adecuado es uno de los factores que más frena a las empresas a la hora de reclutar. Un 44,37% de las organizaciones consultadas cree que faltan perfiles acordes a su actividad, y un 35,10% piensa que les falta formación. Curiosamente un 15,89% opina que el problema está en las expectativas salariales de los candidatos, muy por encima de los sueldos que ofrece la empresa. Y para un 4,64% el obstáculo estaría en su falta de movilidad geográfica.
Tener conocimientos especializados para el trabajo que se va a desarrollar (89,40%), además de conocimientos en nuevas tecnologías (31,13%), son en estos momentos las hard skills más requeridas por las empresas.
Respecto a las soft skills, las tres más valoradas siguen siendo: la capacidad para resolver problemas (70,20%), trabajar en equipo (66,23%) y una actitud positiva (58,28%).
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