Por el lado uruguayo, el equipo de Chefs de Fuego Uruguay, integrado por Ita Pereyra Goday, conocida como La Gurisa de los Fuegos (@lagurisadelosfuegos), y Fabrizio Sergio (@fabriziosergio), deslumbró con un exquisito cordero a la estaca con ensalada criolla. Una propuesta que no solo conquistó paladares, sino que también emocionó por su autenticidad y respeto por las raíces.
Uruguay también brilló en las ponencias. En una de las más aplaudidas, se destacó que “la parrilla no tiene género: tiene miradas, historias, oficio y raíces”. Mujeres parrilleras tomaron el escenario para compartir su visión y reivindicar su lugar en el arte del fuego. Las palabras de Ita resonaron con fuerza.
Desde Argentina, llegó el equipo campeón del mundo en la categoría chorizo al pan del Campeonato Mundial de Asadores Ancestrales 2024, celebrado en Uruguay. Como si se tratara de la selección albiceleste en una final, el cuarteto liderado por Pablo Gastón Tejada Ruiz, junto a Bernardo Fabián Resquejo, Luis “Colo” Keler y Luis “Chino” Grassi, aterrizó en Barcelona para una exhibición que prometía brasas, humo y gloria. Bajo la dirección del chef Lucas Martí Boldrini, el equipo argentino desplegó su maestría en la cocina ancestral con una puesta en escena que combinó técnica, emoción y sabor.
Boldrini, granadino-rosarino y referente del fuego, no solo dirigió al equipo, sino que también aportó su visión como emprendedor y escritor, llevando la cultura gastronómica argentina a escenarios internacionales y plasmando en palabras la conexión entre el hombre, el producto y la tierra.
Más que un festival, el Meat & Fire es un movimiento y un homenaje a los cocineros y cocineras de todo el mundo, cada uno con su propia forma de entender el fuego. Es un espacio donde la tradición y la modernidad se encuentran, donde el respeto por el producto y la tierra se convierten en un acto de conciencia.
Barcelona fue testigo de una hermandad de brasas entre dos países que comparten historia, pasión y fuego. Hoy aquí, mañana en cualquier rincón del mundo, pero siempre dejando en alto sus banderas a través de los sentidos.
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