Aunque las consecuencias económicas de una guerra que amenaza la vida y el sustento de muchos ucranianos serán siempre secundarias frente a la crisis humanitaria que se avecina, he aquí cinco áreas que probablemente tendrán problemas en el futuro:
1. Energía
Muchos países europeos son muy dependientes de la energía rusa, en particular del gas a través de varios gasoductos vitales, y esto puede haber influido en su enfoque de la crisis. Se ha sugerido que la dependencia del gas ruso es la razón por la que Europa se ha resistido a retirar a Rusia del sistema de pagos internacional SWIFT, por ejemplo, aunque cabe señalar que los alemanes han suspendido indefinidamente el nuevo gasoducto báltico Nord Stream 2.
Aunque una suspensión completa de los flujos de gas ruso es poco probable por el momento, incluso las pequeñas interrupciones tendrán un impacto significativo. Las reservas mundiales de gas son escasas debido a la pandemia y los precios de la energía ya están aumentando considerablemente, impactando en los consumidores y en la industria.
Precio del gas natural (datos del Reino Unido, peniques por unidad térmica de energía calorífica)
Dado que el gas es un recurso esencial para muchas cadenas de suministro, las interrupciones de un suministro tan fundamental tendrán amplias consecuencias económicas. Cuando los precios del gas subieron por primera vez en otoño de 2021, por ejemplo, las plantas de fertilizantes en el Reino Unido cerraron porque el alto coste de la energía hizo insostenible la producción. Esto provocó escasez de dióxido de carbono, que es esencial para todo, desde procedimientos médicos hasta la conservación de los alimentos. Es probable que estas consecuencias se agraven con el aumento de los precios del petróleo y el gas.
2. Alimentos
Los precios mundiales de los alimentos ya aumentaron fuertemente durante 2021 debido a múltiples causas, desde el aumento del coste de la energía hasta el cambio climático. Es probable que los productores de alimentos se vean sometidos a una mayor presión a medida que los precios de los recursos clave sigan aumentando.
Rusia y Ucrania representan conjuntamente más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo, mientras que Ucrania por sí sola representa casi la mitad de las exportaciones de aceite de girasol. Ambas son materias primas clave utilizadas en muchos productos alimentarios. Si la cosecha y el procesamiento se ven obstaculizados en una Ucrania desgarrada por la guerra, o si se bloquean las exportaciones, los importadores tendrán que luchar para reemplazar los suministros.
Algunos países dependen especialmente del grano procedente de Rusia y Ucrania. Por ejemplo, Turquía y Egipto dependen de ellos para casi el 70 % de sus importaciones de trigo. Ucrania es también el principal proveedor de maíz de China.
Precios del trigo (US$/bushel)
El aumento de la producción en otras partes del mundo podría contribuir a reducir el impacto de las interrupciones del suministro de alimentos. Sin embargo, Rusia es también uno de los principales proveedores de ingredientes esenciales para los fertilizantes, por lo que las sanciones comerciales podrían afectar a la producción en otros lugares. Mientras tanto, también podemos esperar desviaciones en los flujos comerciales: China ya ha dicho que empezará a importar trigo ruso, por ejemplo.
3. Transporte
Dado que el transporte mundial ha quedado gravemente alterado tras la pandemia, una guerra podría crear más problemas. Los medios que probablemente se vean afectados son el transporte marítimo y el ferroviario.
Desde 2011, se han establecido enlaces regulares de transporte de mercancías por ferrocarril entre China y Europa. Recientemente, se produjo el viaje del tren número 50 000. Aunque el ferrocarril solo mueve una pequeña proporción del total de la carga entre Asia y Europa, ha desempeñado un papel vital durante las recientes interrupciones del transporte y está en constante crecimiento.
Los trenes están siendo desviados fuera de Ucrania, y los expertos en transporte de mercancías por ferrocarril son actualmente optimistas de que las interrupciones se mantendrán bajo mínimos. Sin embargo, países como Lituania esperan ver su tráfico ferroviario gravemente afectado por las sanciones contra Rusia.
Incluso antes de la invasión, los armadores empezaron a evitar las rutas marítimas del Mar Negro y las aseguradoras exigieron que se les notificara cualquier viaje de este tipo. Aunque el transporte de contenedores en el Mar Negro es un mercado relativamente nicho a escala mundial, una de las mayores terminales de contenedores se encuentra en Odesa. Si las fuerzas rusas la cortan, los efectos sobre las importaciones y exportaciones ucranianas podrían ser considerables, con consecuencias humanitarias potencialmente drásticas.
El aumento de los precios del petróleo debido a la guerra es una preocupación para el transporte marítimo más general. Las tarifas de flete ya son extremadamente altas y podrían aumentar aún más.
También existe la preocupación de que los ciberataques se dirijan a las cadenas de suministro mundiales. Como el comercio depende en gran medida del intercambio de información en línea, esto podría tener consecuencias de gran alcance si las líneas de transporte o las infraestructuras clave son atacadas. El efecto dominó de un ciberataque a la cadena de suministro puede ser enorme.
4. Metales
Rusia y Ucrania lideran la producción mundial de metales como el níquel, el cobre y el hierro. También participan en gran medida en la exportación y fabricación de otras materias primas esenciales como el neón, el paladio y el platino.
El temor a las sanciones a Rusia ha aumentado el precio de estos metales. En el caso del paladio, por ejemplo, el precio actual de negociación es de casi 2 700 dólares por onza, con una subida de más del 80 % desde mediados de diciembre. El paladio se utiliza para todo, desde los sistemas de escape de los automóviles o los teléfonos móviles hasta los empastes dentales. Los precios del níquel y el cobre, que se utilizan en la fabricación y la construcción respectivamente, también se han disparado.
Las industrias aeroespaciales de Estados Unidos, Europa y Gran Bretaña también dependen del suministro de titanio de Rusia. Boeing y Airbus ya han recurrido a proveedores alternativos. Sin embargo, la cuota de mercado y la base de producción del principal proveedor ruso, VSMPO-AVISMA, hacen imposible una diversificación total, ya que algunos fabricantes aeroespaciales han firmado contratos de suministro a largo plazo hasta 2028.
Para todos estos materiales, podemos esperar interrupciones y escasez potencial, lo que amenaza con provocar un aumento de los precios de muchos productos y servicios.
5. Microchips
La escasez de microchips fue un problema importante a lo largo de 2021. Algunos analistas habían pronosticado que este problema amainaría en 2022, pero los últimos acontecimientos podrían frenar ese optimismo.
Como parte de las sanciones, Estados Unidos ha amenazado con cortar el suministro de microchips a Rusia. Pero suena a farol, teniendo en cuenta que Rusia y Ucrania son exportadores clave de neón, paladio y platino, todos ellos materiales críticos para la producción de microchips.
Alrededor del 90 % del neón, que se utiliza para la litografía de los chips, procede de Rusia, y el 60 % es purificado por una empresa de Odesa. Las fuentes alternativas requerirán inversiones a largo plazo antes de poder abastecer el mercado mundial.
Los fabricantes de chips tienen actualmente un exceso de existencias de dos a cuatro semanas adicionales, pero cualquier interrupción prolongada del suministro causada por la acción militar en Ucrania afectará gravemente a la producción de semiconductores y a los productos que dependen de ellos, incluidos los automóviles.
Sarah Schiffling, Senior Lecturer in Supply Chain Management, Liverpool John Moores University y Nikolaos Valantasis Kanellos, Lecturer in Logistics, Technological University Dublin
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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