Otra opinión que genera un apoyo mayoritario (aunque claramente menguante) es que las condiciones hipotecarias actuales hacen difícil la compra de vivienda: un 59% de los catalanes activos en el mercado inmobiliario están de acuerdo con esta afirmación, que recibe una nota media de 6,9. No obstante, se trata de una opinión que obtiene una valoración media de un punto menos en comparación con 2024, algo que se encuentra en línea con la reducción de los tipos de interés y el consecuente abaratamiento de las hipotecas durante los últimos meses.
“La propiedad vuelve a ganar protagonismo como símbolo de seguridad futura, herramienta de inversión, creación de patrimonio y legado familiar. En el contexto actual, si analizamos los datos, comprar una vivienda resulta, en muchos casos, más económico que alquilarla. Por ejemplo, para una vivienda valorada en 400.000 euros, la cuota hipotecaria mensual puede situarse en torno a los 1.300 euros, mientras que el alquiler de ese mismo inmueble ronda los 1.800 euros mensuales. Por ello, en un contexto de dificultad de acceso, el ciudadano de a pie considera que tener una vivienda hoy en día es algo parecido a tener un tesoro. Y siguiendo esta tendencia, es probable que en los próximos años la brecha social se acentúe en función del acceso a la vivienda, diferenciando claramente entre las familias que hayan logrado convertirse en propietarias y las que no”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
El 70% de los encuestados opinan que comprar una vivienda es una buena inversión
En tercer lugar, otra opinión que genera un notable consenso entre los catalanes activos en el mercado inmobiliario es que, actualmente, comprar una vivienda es una buena inversión. Concretamente, un 70% de los encuestados comparte esta consideración, que recibe una nota media de 7,4 (una décima más que hace un año). Igualmente, un 73% de los catalanes que participan en el mercado de la vivienda afirman que el sentimiento de propiedad está muy arraigado en la mentalidad de los españoles, una opinión que obtiene una nota media de 7,3 (una décima menos que en el primer semestre de 2024). En este sentido, un 57% de los encuestados consideran que un piso es la mejor herencia que se puede dejar a los hijos, una opinión que recibe una puntuación media de 6,6 (tres décimas menos que hace un año).
Por otro lado, existen otras opiniones que, aun siendo relativamente mayoritarias, generan un menor consenso. Por ejemplo, un 37% de los catalanes activos en el mercado de la vivienda aseguran que la tendencia actual es alquilar más y comprar menos, mientras que el 45% de los encuestados se mantienen neutros en esta cuestión y el 18% están en contra. Esta afirmación recibe una nota media de 5,5 (cuatro décimas menos que hace un año). Asimismo, el 51% de los encuestados aseguran que vivir de alquiler es tirar el dinero, una aseveración que logra una valoración media de 6,3 (cuatro décimas menos que en 2024). Esta opinión tiene un 17% de detractores y mantiene neutrales a un 33% de los encuestados.
Casi el 50% prevén que estamos cerca de una nueva burbuja inmobiliaria
Igualmente, un 48% de las personas activas en el mercado de la vivienda en Cataluña opinan que estamos próximos a una nueva burbuja inmobiliaria, algo que el 11% de los encuestados rechazan y que deja indecisos al 42% restante. Esta afirmación recibe una nota media de 6,3 (cinco décimas menos que en 2024). Por último, la opinión menos compartida es que las normativas actuales de control de los precios de alquiler de vivienda favorecerán el equilibrio entre oferta y demanda: únicamente el 25% de los encuestados defiende esta opción, mientras que el 29% se oponen a esto y un 46% se mantienen neutros. Es la única opinión que recibe un suspenso, con una nota media de 4,6 (tres décimas menos que hace un año).
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