Al llegar a Roger de Flor 226, la dependienta ya tiene el pedido preparado. Son dos bolsas llenas y, como si fuera poco, me agrega con amabilidad más "facturas" con dulce de leche, como si supiera que ese es mi punto débil. "A esta hora ya no voy a vender tanto, así que te pongo algunas cosas más", me dice.
Confirmo en la aplicación para que conste que he recogido mi pedido, a través de la cual pagué con tarjeta € 2,99 en lugar de € 9. Me marcho a casa con empanadas, bocatas y muchos dulces. No lo dudo, marco este establecimiento en favoritos, para tener acceso directo y saber cuándo tiene ofertas disponibles.
Al igual que yo, otras tres personas irán a buscar su pack. Había cuatro disponibles y todos fueron salvados esta tarde. Esta situación se replica no solamente en otras panaderías, sino también en restaurantes, supermercados, mercados de barrio, carnicerías y pescaderías.
Es que en esto consiste Too Good to Go. Se trata de la primera aplicación móvil que ha pensado en la cantidad de desperdicio que podría aprovecharse dándole una segunda oportunidad. Los establecimientos venden el excedente del día a un precio reducido.
Tal como lo explica Carlos García, responsable de prensa, "la idea surgió en Dinamarca en 2016 durante un buffet cuando un grupo de amigos vieron cómo se tiraba toda la comida no consumida después de la cena”. Esto los inspiró para crear la aplicación que ya está en 14 países.
Llegó a España en septiembre de 2018, teniendo actualmente aquí tres millones de usuarios, 10.000 establecimientos adheridos y más de 4 millones de packs salvados, “el equivalente a haber evitado el desperdicio de más de 4.000 toneladas de alimentos”.
En Barcelona, por ejemplo, hay 1.100 negocios que se han sumado a la iniciativa y se han vendido 782.000 packs. “Los establecimientos los ofrecen según lo que tienen en el día. El precio es un tercio del real”. La aplicación se lleva un porcentaje solamente cuando los packs son salvados, y no hay permanencia obligatoria.
Carlos García comenta que el público que utiliza con mayor frecuencia esta aplicación oscila entre los 25 y los 40 años, principalmente mujeres, con mayor conciencia ambiental. Un dato interesante es que “salvar un pack equivale a evitar el mismo CO2 que emite un coche tras recorrer 8 kilómetros”. Desde la aplicación también se invita a evitar el uso de bolsas de plástico, ofreciéndolas en papel e invitando a los usuarios a llevar la suya reutilizable o incluso tuppers.
También tienen líneas de sensibilización en distintas áreas. Trabajan con escuelas, ofreciendo material gratuito para descargar desde la web y enseñar en las aulas, que se divide por rangos de edad desde los 10 años hasta universitarios. Al mismo tiempo,realizan campañas de información en los hogares. Por ejemplo, hablando en redes sociales de la diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidad.
"Cuando se indica el consumo preferente, a veces la gente tira la comida pasada esa fecha, pero puede comerse. Otra cosa es la fecha de caducidad”, afirma Carlos. En este sentido, están trabajando con empresas como Danone y Central Lechera Asturiana colocando etiquetas que hagan referencia a este tema. Se trata de un proyecto denominado “Mira, huele y prueba”, que cada vez suma nuevas marcas interesadas y llama al consumidor a usar sus sentidos antes de desechar un producto.
Desde el surgimiento de Too Good To Go se han multiplicado la cantidad de aplicaciones gratuitas que persiguen el mismo objetivo, algo que los responsables celebran porque habla de una mayor conciencia y compromiso social.
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