Para revertir esta situación, en el mes de febrero Kanguro puso en marcha la primera red agnóstica de entrega y recogida de paquetería fuera de casa en la capital catalana, con el objetivo de evolucionar hacia un modelo de última milla activa más eficiente y sostenible, en el que el comprador se desplaza a un máximo de 200 metros de su domicilio para recoger sus envíos.
La red de puntos de Kanguro es agnóstica, lo que significa que todos los operadores logísticos se podrán integrar en ella y usar sus puntos de entrega y recogida. Este hecho permite eliminar rutas redundantes, disminuir el número de viajes, concentrar las rutas de reparto y consolidar la entrega de paquetería en un mismo punto por parte de diferentes compañías logísticas. Todo ello permite reducir en un 46% las emisiones de CO2, uno de los grandes problemas de salud en las ciudades actuales.
Asimismo, la compañía ha constatado que el hecho de que las entregas sean en buzones inteligentes ubicados en comercios con horario 24 horas o sin personal y en puntos de conveniencia también ayudará a disminuir en un 30% la congestión del tráfico y la contaminación acústica en las urbes.
“Las entregas fuera de casa suprimen en un 100% las entregas fallidas, evitando dobles viajes por una misma entrega por ausencia del destinatario. Además, una red agnóstica evita las duplicidades de puntos de entrega. Todo esto permite repartos en menor tiempo y con menos desplazamientos, lo que a su vez consigue emitir menos emisiones de CO2”, explica Xavi Valverde, CEO de Kanguro.
El objetivo de reducir las emisiones de CO2 de Kanguro se alinea con el objetivo del Ayuntamiento de Barcelona, que se ha propuesto que en 2030 el 40% de las entregas de paquetería- frente al 90% actual- sean en puntos de recogida, en lugar de en el domicilio del destinatario.
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