La fotografía “boudoir” está pisando fuerte. Se trata de una modalidad de fotografía sensual, completamente erótica, que no cae en las trampas de la pornografía, ya que no se trata de fotografía de desnudo. En definitiva, son imágenes que transmiten la sensualidad de mujeres que se sienten bien con su cuerpo y viven su sexualidad en plenitud.
“Cada vez observamos que son más las mujeres que se apuntan a la tendencia de la fotografía “boudoir” en plataformas como la nuestra y, en general, en el mundo digital”, afirma Silvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden, la plataforma de encuentros extraconyugales líder en Europa, pensada por y para mujeres. “De hecho, fechas señaladas como el Día de la Mujer, notamos un gran incremento de este tipo de fotografías”.
Por esta razón, y con motivo de la celebración del Día de la Mujer, Gleeden ha organizado un taller de selfies sensuales, estilo boudoir, impartido por la artista visual Sandra Torralba, destinado a todas aquellas mujeres que, como la plataforma, quieren acabar con los tabús que todavía existen sobre la sexualidad femenina y concienciar a las mujeres sobre la importancia de conocerse y explorar su cuerpo y su sensualidad femenina.
“Los selfies me parecen una herramienta privilegiada para documentarnos, conocernos, explorarnos y aprender a mirarnos bonito”, afirma Torralba. “Además, son una herramienta de juego y creación. Cuando le añadimos el componente sensual, nos permite ahondar en nuestro propio universo erótico (propio y en conexión a otros) además de poder trabajar cuestiones profundas sobre nuestra autoestima, nuestra sexualidad o nuestros planteamientos de género. Finalmente, siento que dentro de una sociedad que se esfuerza mucho por ahogarnos en inseguridades y donde no hay espacio de representación gráfica (especialmente si hablamos de deseo y erotismo) a todas las corporalidades, mayorías de edad, identidades de género, orientaciones sexuales, diversidades funcionales, creo que es un acto de rebeldía ideológica el permitirnos hacernos selfies eróticos”, concluye la artista.
Y es que, más allá de describir una estética, se podría decir que las mujeres que se toman este tipo de fotografías buscan manifestar un sentimiento. Son imágenes íntimas que se convierten en un vínculo entre la mujer retratada y la persona que observa la imagen. Un sensual, erótico, privado y elegante regalo para despertar pasiones, siempre dejando lugar a la imaginación.