¿Hay futuro para la banca tradicional?

(Por Elisabet Ruiz Dotras, UOC - Universitat Oberta de Catalunya) Hablar de futuro siempre es incierto, pero resulta interesante pensar en los posibles escenarios que deparan a un servicio tan antiguo y conservador como la banca.

Los bancos se crearon con la finalidad de contactar a oferentes y demandantes de dinero y responder -hasta un límite- como últimos garantes si alguna de las partes no cumplía.

Con internet ha habido una gran transformación de la banca, los pagos y, principalmente, los mercados financieros. Las operaciones han pasado a realizarse en milésimas de segundo, el volumen de operativa aumentó y dio paso a la ingeniería financiera y a la especulación. Además, internet ha supuesto para los bancos una reducción de costes estructurales, principalmente de oficinas.

Retos dentro del negocio tradicional

La crisis de 2008 hizo que la banca se replantease el servicio presencial y también su estrategia de internacionalización. De hecho, la mayoría de los bancos extranjeros que habían abierto mercado en España acabaron marchándose.

Con la gran recesión también se perdió un gran valor muy relacionado con la banca: la confianza. Muchos ciudadanos, a raíz de experiencias negativas con sus inversiones y de pérdidas considerables en sus ahorros, dejaron de confiar en sus bancos.

Las nuevas tecnologías y la crisis han llevado a la banca a apostar por expandir su negocio online y el uso de cajeros automáticos para muchas de sus operaciones. Con la pandemia de la covid-19, este proceso se ha acelerado y expandido todavía más. Ejemplo de ello son el cierre de sucursales y el numero de EREs que se están llevando a cabo en este sector. Y junto a ello, también se ha retomado un proceso ya conocido en el sector en España: el de las fusiones bancarias.

Menos bancos implica una oferta más reducida y puede hablarse de oligopolio (mercado con pocos oferentes), dado que cerca del 70% del mercado español pertenece a cuatro bancos.

El principal negocio bancario era el de prestar dinero, sin embargo, ya llevamos muchos años con tipos de interés negativos (y todavía quedan unos cuantos más). Y aunque las comisiones son otra línea de negocio, la regulación bancaria y la normativa europea no dejan libertad absoluta para ponerles cualquier precio.

Esta situación termina, al final, pasando factura a las cuentas de resultados de las entidades; ejemplo de ello son las pérdidas históricas que ha comunicado recientemente Banco Santander. Así, se cuestiona el negocio y bancos más pequeños terminan fusionándose. Pero la historia no acaba aquí.

Los retos del nuevo siglo

Las fintech se presentan como una gran amenaza para la banca tradicional. Los neo banks y los _challenger banks se extienden cada vez más y sus servicios son más competitivos que la banca tradicional, ofreciendo un moderno catálogo de productos y siguiendo una política de tarifas low cost, tan buscadas en épocas de crisis.

Los challenger banks, a diferencia de los neo banks, cuentan con una licencia bancaria y, como tal, están cubiertos por los fondos de garantía de depósitos (FGD) de sus respectivos países y están sometidos a la misma regulación que un banco tradicional.

Sin embargo, algunos de los neo banks operan como entidades de dinero electrónico (EDE) y están debidamente autorizadas, lo que les permite ofrecer medios de pago electrónico (tarjetas), y emitir dinero digital para realizar operaciones de pago con terceros.

Y como la tecnología siempre lo transforma todo, la máxima transformación que se espera en el sector viene dada por una nueva tecnología: la del blockchain. Si internet trajo la primera revolución tecnológica para la banca, el blockchain parece ser traerá la segunda. Al igual que internet, esta tecnología no solo va a afectar al sistema financiero, sino también a todas las transacciones económicas y financieras, así como al modo de funcionar y operar en distintos niveles.

La finalidad principal del blockchain será la de garantizar que oferentes y demandantes cumplan con su acuerdo inicial. Si el principal rol de la banca ha sido garantizar el cumplimiento de un contrato financiero, ¿cuál será su nuevo rol si este es desplazado por la tecnología del blockchain, con un coste mucho menor y sin riesgo de quiebra?

¿Otro futuro es posible?

El futuro de la banca convencional se ve altamente amenazado por un modelo de negocio que ha estado demasiado enfocado en los productos financieros y no en las necesidades de sus clientes.

A ello se suma un factor clave: la seguridad. Los ataques informáticos están a la orden del día y la confianza del cliente se ha visto altamente comprometida.

Finalmente, está la tecnología, que ataca por dos flancos: las fintech y el blockchain. De la mezcla de estas variables puede resultar un modelo de entidades financieras lejos de lo que conocemos ahora. La pandemia solo ha acelerado cambios que ya se avecinaban en un mundo donde el progreso pasa, inevitablemente, por el profundo cambio y transformación de todo.

Elisabet Ruiz Dotras, Profesora en finanzas, UOC - Universitat Oberta de Catalunya

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

Tu opinión enriquece este artículo:

El fin del "No Lugar": Starbucks en Argentina abre su primer local temático, especialista de mate (otra de tantas muestras de la era crossing)

(Por M. Rodriguez Otero, Maqueda junto a M. Maurizio, Martinez Bueno) Starbucks aterriza en Argentina con una estrategia que va más allá del café: es el modelo de retail experiencial que conquista mercados. Te contamos la revolución. De Seattle a Buenos Aires: cómo la apertura en Alto Palermo marca el inicio de una nueva era para las marcas: locales conceptuales, cultura phygital y la muerte del consumo tradicional.

(Tiempo de lectura de valor: 4 minutos)

¿Te perdiste de leer esto? Las 10 notas más leídas que todo ejecutivo, inversionista y trendsetter se devoró en 2025

(Por J. Romanazzi y M. Maurizio) En 2025, en el corazón del ecosistema de negocios más dinámico de las Américas, estas diez notas de InfoNegocios Miami no solo generaron miles de lecturas; se convirtieron en artefactos culturales, en puntos de referencia en las conversaciones de alto nivel, desde los boardrooms de Brickell hasta las terrazas de Wynwood, desde Madrid, hasta Buenos Aires.  Estas notas cambiaron la visión porque tienen algo más que solo “la noticia”.

(Artículo de alto contenido estratégico: Lectura 3 minutos)

North Captiva Island: la isla “solo por agua” que redefine el lujo en Florida (sin autos, sin ruido, sin pose)

(Por Vera-Maurizio) Florida tiene destinos que se exhiben y destinos que se protegen. North Captiva Island pertenece a la segunda categoría: una franja de arena y vegetación en la Costa del Golfo, frente a Fort Myers y muy cerca del eje Sanibel–Captiva, a la que se llega únicamente en barco o avioneta. No hay puente. 

(Tiempo de lectura: 4 minutos para enamorarse)

¿Sos joven latino y quieres empezar una carrera llena de oportunidades, aprendizajes y beneficios? (Dubai es el destino)

(Por M.G. Maurizio, Máximo Maurizio, con la colaboración de M. Mauvecin desde Dubai) Hoy, para miles de jóvenes latinos con oficio, hambre de progreso y capacidad de adaptación, Dubái está empezando a jugar el rol que Miami jugó para América Latina en los 90 y 2000: puerta de entrada, ascensor social y escenario de reinvención.

(Tiempo de lectura de valor: 4 minutos)

Cape San Blas: el “lujo sin cartel” del Panhandle que está redibujando el mapa turístico de Florida (y que Miami aún no explota)

(Por Vera - Maqueda) Mientras el algoritmo global insiste en los mismos nombres —Miami Beach, Key West, Orlando, incluso el corredor 30A—, en el noroeste de Florida sucede algo más sofisticado: Cape San Blas (Gulf County, cerca de Port St. Joe) se consolida como uno de los destinos más codiciados por quienes buscan belleza radical, privacidad real y naturaleza con estándares casi científicos. 

(Tiempo de lectura: 4 minutos para enamorarse)

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies.