Para Miquel Laborde, socio fundador de la consultora catalana Laborde Marcet, en Barcelona la solución pasa por ampliar y modernizar el Aeropuerto Josep Tarradellas - El Prat. La posibilidad de construir una nueva terminal podría ser la clave para conseguir desencallar este asunto, señala el experto. “Esta es una propuesta que se ha planteado y presupuestado en múltiples ocasiones y no se ha concretado todavía”, recuerda Laborde, quien indica que la T1S debería estar acogiendo viajeros desde hace más de una década. En 2022 el aeropuerto de El Prat recibió alrededor de 42 millones de turistas, una cifra que podría crecer hasta cerca de los 60 millones en caso de hacerse realidad esta ampliación, según las estimaciones del equipo del actual presidente de la Generalitat.
“El sector hotelero ha demostrado una recuperación casi total respecto a las cifras prepandémicas durante todo el año por lo que agilizar la puesta en marcha de esta ampliación debe ser una prioridad para el nuevo Ejecutivo”, reitera el socio fundador de la consultora catalana, quien insta a dar una solución efectiva a esta necesidad como una de las primeras prioridades de esta legislatura.
Una ubicación privilegiada
Miquel Laborde señala que la ubicación privilegiada del aeropuerto Josep Tarradellas-El Prat debería aprovecharse para aumentar el número de turistas que llegan a la ciudad cada año. La mejora permitiría alcanzar cuotas similares a las registradas en Madrid, cuyo aeropuerto se situó en el puesto número 15 con mayor cantidad de pasajeros en 2022, según el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI World).
“Hay que facilitar el acceso para el turista internacional a un destino con tantos atractivos como es Barcelona, todo un referente vacacional por el que se sigue apostando gracias a su clima privilegiado, su ocio o su cultura”, reivindica Miquel Laborde, quien no olvida la necesidad de buscar este objetivo “recorriendo un camino lo más ecológico posible”.
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