Así, hasta cinco de cada diez empresas (51%) no cuenta con la capacidad necesaria para gestionar correctamente el impacto de la inflación en su empresa y seis de cada diez compañías ya reconocen que cada vez tienen más dificultades para pagar a los proveedores. Este último porcentaje explicaría que el 76% de las compañías españolas indiquen haber recibido la petición de aceptar plazos de pago más largos.
Según el estudio, que analiza la situación financiera y las previsiones económicas de las empresas europeas, España se encuentra en una posición "destacada", siendo el segundo país con menos organizaciones sin experiencia y capacidad para afrontar las consecuencias de la subida de precios.
En concreto, España se sitúa siete puntos por encima de la media europea (58%) y solo por detrás de Alemania, donde el 49% de las empresas tienen problemas por la inflación. Por su parte, las empresas con mayores problemas son las de Grecia (68%), Estonia (67%) y Suiza (66%).
Como consecuencia de la inflación, muchas empresas han expresado que están viendo peligrar su margen de beneficios por el incremento de los costes empresariales, entre los que se incluyen los salarios, reconociendo un 54% de las compañías que no tienen capacidad para satisfacer la demanda de subidas salariales.
Junto a la subida de la inflación, otra de las grandes preocupaciones de las empresas españolas es la subida de los tipos de interés, que podría hacer que empresas y particulares en situación más vulnerable experimentaran mayores dificultades para hacer frente al pago de las deudas y, como resultado, ver limitados sus niveles de gasto.
Sobre este asunto, el 58% de las empresas consultadas por Intrum están convencidas de que aumentarán las tasas de interés y por lo tanto, ya comienzan a ser más cautelosas con sus planes de inversión y gasto.
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