Hablamos con Tomás Malango, el Director de Hidrógeno de Repsol. En primer lugar, la inevitable pregunta: ¿qué es el hidrógeno verde y para qué sirve?
“Ante todo, es importante especificar lo que entendemos por hidrógeno renovable, que es la denominación formal propuesta por la UE: hidrógeno renovable es el hidrógeno producido sin emisiones de CO2 asociadas al proceso. La principal ventaja del hidrógeno renovable frente a los combustibles convencionales es la reducción de emisiones asociadas a su ciclo de vida; hoy en día, casi el 50% del hidrógeno que se consume en la UE se utiliza para producir combustibles. “
El hidrógeno verde será una pieza clave para combatir el cambio climático, precisamente porque el CO2 es el principal causante de este, como gas que desencadena un mayor efecto invernadero. “Las emisiones asociadas al proceso convencional de producción de hidrógeno son elevadas, por lo que la introducción del hidrógeno renovable en ese proceso supondrá una solución para la descarbonización de los sectores industriales y del transporte.“
Descarbonización: la llave para detener la catástrofe climática.
“Además -afirma Malango-, el hidrógeno es muy versátil. Se puede utilizar como materia prima para la industria, como combustible en sí mismo, como portador de energía o como vía de almacenamiento de energía. Es una solución para el reto de la descarbonización en los sectores industriales donde la reducción de emisiones es más difícil de lograr.”
El hidrógeno renovable puede producirse de dos maneras, según nos aclara el Director de Hidrógeno de Repsol:
- Electrólisis, en la que se produce el hidrógeno a partir de agua utilizando energía eléctrica renovable.
- Reformado de biogás: el hidrógeno renovable también se puede producir por el proceso convencional, pero sustituyendo el gas natural por biogás, cuyas emisiones netas son igualmente nulas.
Además, existe una tecnología innovadora y actualmente en fase de desarrollo: la fotoelectrocatálisis, que utiliza la energía solar para convertir el agua en hidrógeno y oxígeno sin pasar por una conversión en energía eléctrica. Por lo tanto, no es necesaria la conexión a la red eléctrica.
La producción de hidrógeno puede ser una industria mucho más resiliente frente a las crisis presentes y venideras. Su industria se extiende cada vez más por nuestro país:
“Los complejos petroquímicos de Repsol son parte esencial de algunos valles estratégicos y alianzas de hidrógeno que se están formando en España. Uno de los ejemplos se encuentra en el País Vasco, donde Repsol lidera varios proyectos de hidrógeno con base en el Complejo Industrial de Petronor en Bilbao. Estamos igualmente contribuyendo a la generación de hidrógeno renovable en Valle de Hidrógeno de Cataluña en Murcia con la refinería de Cartagena y en el clúster de hidrógeno de Castilla la Mancha, en Puertollano.”
Esta fuente energética nueva puede convertir a España en una potencia mundial en el campo de la energía, tal como señala Malango:
“España tiene el potencial para convertirse en un actor relevante en la economía del hidrógeno, y tiene tres fortalezas que soportan esta visión:
- La disponibilidad de energía renovable solar, eólica e hidroeléctrica, diferencial en la UE.
- La disponibilidad de capacidades industriales adaptables a esta nueva cadena de valor.
- La ambición y voluntad política, expresada en la Estrategia Nacional del Hidrógeno y el objetivo de instalar 4 GW en 2030.”
La nueva tecnología de la fotoelectrocatálisis también puede ser sumamente importante para la descarbonización y la lucha contra el cambio climático. “La producción fotoelectrocatalítica de hidrógeno contribuirá a reducir las emisiones de CO2 ya que la tecnología que estamos desarrollando permite la conversión directa de la energía solar en energía química en forma de hidrógeno. Actualmente, se está terminando la fase de planta piloto en Repsol Technology Lab.”
Repsol y Enagás están involucradas en el proyecto al 50% cada una. “El proyecto de I+D+i ha recibido apoyo financiero desde su fase de investigación, tanto a nivel nacional por el Centro Español para el Desarrollo de la Tecnología Industrial (CDTI), como europeo, cofinanciado por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER).”
“Ahora, para la fase de desarrollo, el proyecto ha sido seleccionado para recibir financiación del Fondo de Innovación de la UE (Innovation Fund), lo que permitirá la construcción de la primera planta de demostración en Puertollano.”
¿Contribuirá esta nueva energía a la reactivación de la economía española? Todo parece indicar que sí. “Repsol pondrá en marcha grandes proyectos industriales en toda la cadena de valor del hidrógeno que tendrán una importante inversión asociada, lo que supondrá un impacto en la economía de varios miles de millones de euros y de decenas de miles de puestos de empleo directo, indirecto e inducido, muchos de ellos en sectores tecnológicos e industriales, de alto valor añadido.”
La energía del futuro está llegando, y ello va a suponer un vuelco en la economía española y europea y en las relaciones internacionales.
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