Las abejas, al igual que otros insectos, tienen una función esencial en nuestro planeta, encargadas de polinizar las plantas, permitiendo así su reproducción. A la sociedad, este proceso le proporciona, entre otros muchos beneficios, una tercera parte de los alimentos, asegurando así la seguridad alimentaria. Y en cuanto al ecosistema, estos insectos ayudan a su preservación. Pero con la aparición de los pesticidas agrícolas, los monocultivos, los depredadores y el cambio climático, el número de abejas y otros polinizadores se ha reducido drásticamente.
Un aspecto a concienciar y siendo uno de los objetivos de APIS “comprender la importancia de estos animales polinizadores para el bienestar y la supervivencia del planeta” - nos comenta Queralt Antú, creadora de APIS.
El juego está pensado para seis jugadores, aunque también son posibles otras combinaciones. Primero de todo, los participantes deben lanzar un dado de colores que asigna a cada uno qué tipo de abeja es: obrera, abejorro o reina. A continuación, reciben una carta de metamorfosis y con ella, deben pasar por diferentes fases hasta convertirse al completo en una abeja. Una vez han llegado a este punto, cada jugador se enfrenta a toda una serie de preguntas que muestran la importancia de estos insectos para la salud del planeta. Con cada acierto, se da a los jugadores una ficha para que de forma colectiva edifiquen un panal de abejas.
“Está destinado al sector juvenil, pero por su interés y contenido innovador provoca que los adultos también quieran jugar”- resume Queralt. También por su carácter pedagógico permite dirigirse tanto al uso familiar en casa como en centros educativos.
Además de concienciar… ¿Qué le hace diferente a APIS?
Juego colaborativo y que rechaza la combatividad. Invita a los jugadores a cooperar para conseguir un bien común.
Diseñado siguiendo en todo momento una producción con materiales sostenibles. Se ha hecho uso de maderas y materiales reciclados y de proximidad. Dispone de certificados que demuestran su valor sostenible, como por ejemplo: el Distintiu de garantia de qualitat ambiental (DGQA) de la Generalitat de Catalunya, el Certificat sanitari de la fusta (NIMF15) y la certificación forestal del Forest Stewardship Council (FSC).
Juego exclusivamente en catalán que ha sido creado, diseñado, financiado y producido en Cataluña por empresas locales y con iniciativas enfocadas a la proximidad.
Queralt Antú, creadora de APIS, es la responsable de la producción, del diseño, de la comunicación y de las ventas. Con ella, trabaja también, la Fundació Ilersis, una fundación sin ánimo de lucro que lucha por la integración social y laboral de personas con diversidad intelectual y/o diagnóstico de enfermedad mental. Esta fundación es la encargada de la fabricación del producto, creación de las maderas, almacenaje y los envíos. “Con ellos, hemos podido convertir API en una realidad”- añade Queralt Antú.
También cuentan con la participación del grupo Collvers, que lo forman mujeres biólogas, Ovni, Torrons i Mel Alemany y Ametller Origens. Estos dos últimos, por ejemplo, a cambio de un logo placement, hicieron una gran aportación económica y acompañaron a APIS durante todo el proceso.
Un regalo perfecto para estas Navidades porque como nos sigue comentando Queralt “ La Navidad es una época donde el tiempo se pasa sobre todo en familia y APIS, al ser un juego basado en la cooperación, fomenta este tipo de experiencias que tanto buscamos en estas fechas. Después de la pandemia y haber estado encerrados y aislados durante meses en casa, la gente quiere más que nunca estar con los suyos y un juego como APIS puede ser una buena opción para compartir con la familia y amigos”.
Un juego únicamente en catalán con una edición limitada de 1000 unidades. Tras la buena recepción, en breve lanzarán una segunda tirada en catalán. Como proyección futura y a corto plazo de APIS, es lanzar el juego en castellano para abrirse en el mercado iberoamericano y también en inglés abarcando así el resto del mundo.
Su precio es de 44,95€. Se puede adquirir de forma física, en la tienda de la Fundación Ilersis, que recibe el nombre de BO de Shalom, en Lleida. En cuanto a los envíos, hay tanto nacionales como internacionales.
Como dato curioso: “APIS proviene de la palabra latina apis, que es el nombre científico que reciben las abejas. Las amarillas y negras que conocemos todos y que son las encargadas de elaborar la miel se denominan apis mellifera. Escogimos el nombre APIS porque al traducirlo a cualquier idioma, se mantenía igual” - resume Queralt.
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