“No pienso jubilarme”, dijo hace dos años Miguel Fluxà, presidente del Grupo Iberostar, en un foro organizado por el diario mallorquín Última Hora, en un encuentro que compartió junto a sus hijas, Sabina y Gloria, líderes de la empresa y bisnietas del primer Fluxà, que diseminó en Mallorca el gen emprendedor de la familia en el siglo XIX, cuando abrió la primera fábrica de zapatos en Inca, donde nació Don Miguel en 1938.
Carismático y excéntrico, su histórica melena canosa acompaña con elegancia su andar descontracturado y porte juvenil. No es necesario en Fitur (Feria de Turismo de Madrid) o en un encuentro de hoteleros preguntar “¿Quién de todos es el presidente de Iberostar?” Don Miguel, siempre tan bronceado, se hace notar.
“Miguel es un líder impulsivo e intuitivo. Es el artífice de Iberostar. Un hombre de negocios de la antigua escuela. Su obsesión es la calidad. Siempre está muy atento al sector alimentos y bebidas. Los buffet de Iberostar son bestiales. Es lo primero que mira del hotel”, dice un referente del turismo en Mallorca.
“Calidad”, entonces, es la palabra clave, el norte que sigue la familia Fluxà, con más de 100 hoteles de lujo en 16 países, además de otras empresas vinculadas al turismo. La distinción, el producto gourmet, la delicadeza. “En el desayuno puede haber pata de jamón de jabugo. La calidad no baja por más que baje la ocupación”, agrega, asombrada, la misma fuente.
Tres siglos de una aventura emprendedora
La historia emprendedora del clan comenzó en el siglo XIX. Lo cierto es que Antonio instaló en Inca, una pequeña ciudad en el centro de Mallorca, un taller de zapatos en 1877 basado en el modelo de producción de calzado británico. Así nació Lottusse, una marca que hasta hoy es una referencia como Camper, también propiedad de la familia.
Lorenzo, hijo de Antonio y padre de Miguel, heredó Lottusse, que en sus manos vivió un proceso de transformación. La empresa pasó del mero trabajo artesanal al industrial. Sin salir del mundo del calzado, la familia Fluxà incursionó en el sector turístico, el más pujante de las islas baleares desde la década del 60.
Ingresó con la compra de Viajes Iberia en 1956 y en 1961 abrió el hotel Flamingo, primer establecimiento del clan sobre la playa de Palma. Por aquel tiempo, los intereses familiares estaban claros. Lorenzo y Antonio, hermanos de Miguel, se encargaron de la gestión de las empresas del calzado, y Miguel se concentró en los aspectos del negocio turístico: hoteles, servicios a turistas y venta de viajes.
“Yo he tenido la suerte de tener un padre que nos enseñó que para conseguir algo hay que trabajar, que hay que ser honesto. Él nos transmitió unos mensajes de seriedad, de dignidad, de corrección, y esto nos ha marcado a nosotros porque hemos seguido esta línea”, expresó el presidente de Iberostar cuando la compañía cumplió 60 años.
Con la misma visión de su abuelo y en línea con el consejo de su padre, Miguel Fluxà perfeccionó la red de agencias de viajes, se vinculó de manera muy estrecha con el touroperador Thomas Cook, creó en 1979 Iberotravel, primer receptivo en Inglaterra, cuatro años después nació Iberostar como marca y aceleró y sentó las bases de la expansión nacional e internacional con establecimientos en las Islas Canarias y Baleares y un primer hotel en República Dominicana en la década del 90.
Los años siguientes fueron de inversión y crecimiento con hoteles sobre el caribe mexicano y África. A lo largo de este período el imperio Iberostar lanzó una aerolínea-Iberworld- y el primer touroperador español en el extranjero- Sunworld-.
En 2005 la cuarta generación hizo pie en la empresa hotelera. Sabina y Gloria, educadas en Suiza, España y Estados Unidos, de a poco crecieron en la compañía. Las hermanas tienen claro que la expansión, el turismo sustentable y la innovación tecnológica son puntos centrales en la gestión. Con ellas en la primera línea, la compañía se diversificó. Lanzó proveedores globales de servicio turístico como Almundo.com y W2M.
“Miguel basó la estrategia de comercialización en la touroperación. Ahora la apuesta es por las nuevas tecnologías. Muchas reservas de los hoteles ingresan por la web. La distribución digital es impresionante. Sabina es la CEO y es muy metódica, muy de Escuela de Negocios, siempre quiere saber más. Ejerce un liderazgo inspiracional. Miguel está un poco alejado, pero al final y por ahora tiene la última palabra”, coinciden varias fuentes.
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