-¿Cuál ha sido la motivación para montar esta empresa?
-Fue fruto de una “reinvención”. Ambos socios, directivos de banca nos acogimos a un ERE en 2013. Rafael ordenaba la casa de sus amigos por lo que, en un brain storming en busca de una oportunidad de negocio, surgió la idea.
-¿Qué tipo de espacios o instalaciones ordenáis?
-En realidad, nuestros clientes son de todos los ámbitos. Desde la familia que por cambios vitales (nacimiento hijo, cambio de vivienda, divorcio…) se han visto desbordados por el desorden, hasta empresas de mudanzas y relocation de directivos que ven en nuestro servicio de post-mudanza un valor añadido para sus clientes más exigentes. Hemos colaborado en diseño de vestidores e incluso, en coordinación con diseñadores de interiores y participamos en proyectos inmobiliarios aportando nuestra visión de aprovechamiento de espacios de almacenaje.
-¿Cuál es el rol del cliente en este proceso?
-La participación del cliente es fundamental, ya que su predisposición para “aligerar” su entorno de enseres que ya no utiliza, es la clave del éxito. Lo difícil es vencer el apego sentimental que les impide este proceso. Una vez superado esto (con nuestra ayuda e insistencia), nuestra tarea es más fácil.
-¿Algunos consejos básicos para tener en cuenta?
- La organización y el orden se ha de inculcar a nuestros hijos de una manera fácil y divertida. Si lo hacemos complicado, lo dejarán de hacer.
- No hace falta llenar al 100% los espacios. Un espacio saturado es un espacio que no visualizas. Y si no lo ves, no lo utilizas.
- Cuántas más cosas tenemos, más tiempo empleamos en buscar, guardar, limpiar… Aprovecha tu tiempo en cosas importantes (familia, amigos, aficiones, etc.).
- Más vale poco que te haga feliz, que mucho que te genere estrés: menos, es más
- Cuando archives documentos utiliza “El Principio de la Viuda”: no pienses en ti, piensa en que los tuyos también los puedan localizar fácilmente.
- No “indultes” prendas. Saca de tu armario todo aquello que no utilizas. Dona, regala, vende… No busques excusas para devolver prendas a tu armario por su coste o recuerdo. Si no te lo pones, fuera.
- Lo que no sirve o no utilizas, no será más útil en tu trastero. Evita que éste se convierta en el “cementerio de las reliquias inútiles”.
- La clave para mantener el orden: un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio
- Y… donde no llegues tú, pon un Organizador Profesional
-¿Qué aporta física y emocionalmente una casa o un lugar de trabajo organizado?
-El desorden es como un iceberg. El peligro no es lo que está a la vista, sino los problemas que nos genera y que no vemos (ansiedad, mal humor, pérdida de tiempo…). Un entorno ordenado con criterio funcional y visual nos hará ser más centrados, eficaces y felices, por lo que va más allá de una moda para convertirse en un modo de relacionarnos con nuestras posesiones materiales. La cultura del “menos es más”.
-¿Existe la posibilidad de mantener ese orden en el tiempo?
-Una vez ayudamos a nuestros clientes a restablecer el orden, difícilmente recaen en el caos, ya que el bienestar que les genera el orden, sumado a nuestra labor para que en adelante ejerzan un consumo “responsable” (si entra una prenda, sale una prenda) es suficiente para su mantenimiento.
-¿Cuáles son las tarifas aproximadas?
-Nosotros preferimos trabajar con presupuesto cerrado, previa visita para valorar el trabajo a realizar. De esta forma, evitamos el estrés que trabajar por horas puede generar tanto al cliente como a nosotros. Las tarifas suelen rondar desde los € 300 a los € 2.100 en función de días y personal necesario para acabar el trabajo en el menor tiempo posible.