La también científica en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha revelado los descubrimientos que la economía espacial, un sector que genera entre 350.000 y 450.000 millones de euros al año, está propiciando en el ecosistema global para el bienestar de las personas. “La esfera espacial lidera una revolución similar a la de internet hace 20 años. Los astronautas realizan multitud de experimentos en la estación espacial internacional, un entorno único donde las propiedades de la materia cambian, lo que abre nuevas posibilidades con aplicaciones en muchos campos. Por ejemplo, se puede utilizar la baja gravedad para estudiar los fluidos. También a fin de crear aleaciones inéditas y materiales de mayor calidad”, ha afirmado.
Entre los hallazgos más innovadores, García Alonso ha indicado los avances que está consiguiendo la biotecnológica, LambadaVision, la cual desarrolla retinas artificiales para restaurar la visión a las personas ciegas, en el espacio. Las condiciones que proporciona el contexto del universo afectan a la calidad de los materiales, que es mayor, debido a la menor agregación y sedimentación de partículas. Además, ha detallado los adelantos de la investigación espacial en tratamientos pioneros contra el cáncer, como el proyecto del medicamento Keytruda, que trabaja en anticuerpos monoclonales para fármacos que pueden administrarse en una sola inyección en lugar de varias sesiones.
En esta línea, igualmente ha puesto en valor el proyecto de DeepMind con IA, capaz de predecir la estructura de las proteínas y cribar millones de compuestos contra el cáncer. Asimismo, ha dado a conocer que ya se ha publicado el primer antibiótico descubierto por IA, eficaz contra bacterias resistentes a fármacos, desarrollado por Harison.
En su ponencia, García también ha abogado por la exploración espacial por ofrecer “una perspectiva única de nuestra Tierra. Podemos vigilar el entorno, predecir el tiempo, garantizar la seguridad civil”. Al respecto, el programa Copernicus, con sus satélites centinela, proporciona información precisa, oportuna y de libre acceso, del medio ambiente. “Es útil para comprender el cambio climático. Ayuda a la agricultura mediante el seguimiento de la salud de los cultivos y permite dar una respuesta temprana a catástrofes naturales o provocadas por el hombre”.
En relación al Proyecto Moonlight, con el que se quiere erigir una red de comunicaciones alrededor de la Luna para distintos fines, la astronauta ha considerado que “ir a la Luna fue el primer paso y permanecer allí es la siguiente ambición. Pero se necesita un sistema de navegación y telecomunicaciones preciso e independiente con el propósito de establecer una colonia. Y este es el objetivo de Moonlight”.
Cooperación global y atracción de talento
Paralelamente, la astronauta ha mostrado la importancia de servir de inspiración a las nuevas generaciones de niñas y mujeres por la “necesidad de atraer a las jóvenes a las carreras STEM”. Por otro lado, ha apostado por la relevancia de la inversión pública y privada en el desarrollo espacial. “Necesitamos explotar la órbita terrestre baja para encontrar oportunidades de negocio=. Necesitamos colonizar la Luna, para poder ir a Marte a mediados del siglo XXI”, ha indicado.
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