En concreto, la resolución presentada considera que el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur "puede propiciar" la deforestación y el reglamento europeo adoptado en diciembre de 2022 presenta todavía tiene deficiencias, incluida la ausencia de consideración de todas las tierras forestales y una lista incompleta de productos derivados.
Además, el acuerdo es "susceptible" de facilitar la entrada en el mercado comunitario de productos alimentarios que han sido tratado con pesticidas o medicamentos veterinarios que están prohibidos por el reglamento europeo.
Esta solicitud al Gobierno también implica oponerse a una posible separación de la parte comercial del acuerdo para que sea ratificado más rápidamente.
Posición clara
Desde el Ejecutivo francés, el ministro delegado de Comercio Exterior, Atractivo y Franceses en el Extranjero, Olivier Becht, ha expresado que la posición del país "es clara" y el acuerdo "no cumple" con los requisitos franceses en términos de desarrollo sostenible, por lo que la UE debe seguir negociando.
Esta no es la primera que algún órgano legislativo de los países del bloque comunitario se oponen al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. El pasado año 2020, el Parlamento de los Países Bajos echaba por tierra la posibilidad de que fuera aprobado en aquel momento.
Mientras, esta misma semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se encuentra en una gira por distintos países de América Latina, entre los que se encuentran Brasil y Argentina. En sendas ruedas de prensa conjuntas con los mandatarios de estos países, la responsable comunitaria ha buscado el apoyo del Mercosur para llegar a un acuerdo antes de que termine 2023.
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