El transporte público, como el metro y el autobús, son una prolongación de la vía pública, con el diferencial de la proximidad de las personas. Del mismo modo que en otros ámbitos de alta frecuentación, ocurren hechos incívicos, como por ejemplo el caso del sanitario que fue agredido en el metro de Madrid o los casos de homofobia o acoso sexual.
Por ello, el Transports Metropolitans de Barcelona apuesta por sistemas de seguridad y de aviso disponibles permanentemente.
Desde TMB trabajan para que sus redes de transportes sean seguras y amables para todo tipo de personas. Desde el Gabinet de Premsa (Àrea de Comunicación y Relacions Institucionals) de TMB señalan a InfoNegocios Barcelona: “somos una empresa con un fuerte compromiso social y como tal implicada en todo lo que conlleve la defensa de los derechos de las personas, con especial atención a los colectivos más vulnerables por sus circunstancias sociales o personales. En TMB abordamos la diversidad desde un enfoque positivo, de generación de oportunidades y no discriminación, y siempre en sentido amplio, abarcando multiplicidad de perspectivas (género, identidad y orientación sexual, discapacidad, edad, origen, etc.)”.
La reciente creación del Servicio de Responsabilidad Social, Mujer y Diversidad está dando lugar a pasos importantes en esta materia como la elaboración y aprobación de los protocolos contra el acoso sexual y la LGTBI-fobia. Entre las medidas en estos planes está la implantación de la videovigilancia con transmisión de imágenes en tiempo real tanto en el interior de los autobuses como a bordo de los trenes de la red de metro que aún no la tienen, teniendo de esta manera un aumento en los recursos de vigilancia privada del 3% en 2021 que se suma al 3% ya aplicado en 2020.
Así, TMB apuesta por un aumento de los sistemas de cámaras de vigilancia, siendo elementos esenciales para la gestión de las grandes infraestructuras, sirviendo como apoyo en la gestión diaria y que funcionan como elemento disuasorio y de ayuda al esclarecimiento de comportamientos incívicos o delictivos por parte de los cuerpos de seguridad y la justicia.
Según comentan desde TMB; como es lógico, la videovigilancia se aplica de manera proporcionada (no sería posible ni legal monitorizar permanentemente todas las cámaras cuando su número se va a situar pronto por encima de las 10.000), según las normativas vigentes y con respeto a los derechos de la ciudadanía.
“Con años de experiencia y muchos éxitos acumulados, la voluntad de TMB es ampliar y mejorar tecnológicamente los sistemas de videovigilancia.Por una parte, actualmente está en curso la licitación de la ejecución del proyecto para los autobuses (por un valor aproximado de € 6 millone) con la previsión de que las cámaras y los equipos de comunicaciones del nuevo sistema de videovigilancia se instalen entre el año próximo y el 2023 con una totalidad de unas 1.140 unidades”, explican. Hasta ahora existía videovigilancia embarcada con grabación local en 34 autobuses.
Por otra parte, en cuanto a la red de metro, hay instaladas más de 8.000 cámaras de videovigilancia, la transmisión de imágenes ya es instantánea en el caso de las estaciones y de los trenes de las líneas automáticas (L9/10 y L11) y está en ejecución el proyecto para que también se puedan monitorizar en tiempo real las del interior de los trenes de las líneas convencionales. En este proyecto (presupuestado en € 4,9 millones) se ha implantado la videovigilancia en tiempo real en todos los trenes de la línea 5 y parte de los de las líneas 1, 2, 3 y 4 (69 convoyes en total). Se tiene previsto que a finales de este año se haya puesto en funcionamiento en el resto menos en los que serán sustituidos a corto plazo, ya que las nuevas unidades de las series 7000 y 8000 se están construyendo con un sistema de cámaras que ya incorpora la transmisión instantánea de vídeo.
Estas nuevas medidas se costean con el presupuesto de inversiones de TMB sin afectación a las tarifas de la ciudadanía. Se espera que eleve la percepción de seguridad y el nivel de confianza de la ciudadanía en el transporte público, facilitando la resolución de incidencias que hasta ahora pudieran quedar ignoradas. De este modo, se trata de una apuesta por una mejor convivencia y experiencia de viaje en el transporte público.
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