La versión de acción real de su clásico de 2004, no llegó a las salas comerciales, tan solo era accesible a través de Disney +, previo pago de € 22 para el que deseara verla antes, posteriormente estuvo disponible de forma “gratuita” (es decir, para todos sus suscriptores) y se lanzó en formato doméstico en DVD y Blu-ray. Una apuesta arriesgada que se debió por completo a la situación sanitaria, pero que por otro lado abría la puerta a un nuevo cambio del mercado audiovisual como en su día lo fueron los videoclubs o, precisamente, la posibilidad de ver los filmes de forma online.
Esta estrategia ha servido también para la última cinta de Pixar, Soul de Pete Docter y Kemp Powers. Una película arriesgada y deliciosa, la propuesta más atrevida hasta la fecha de la empresa de animación, que contó con una diferencia importante respecto Mulán, no debía realizarse ningún tipo de pago, ya que desde el primer momento estaba disponible para todos los usuarios de la plataforma de streaming. De igual forma sucederá con Luca, próximo título del estudio que nos trajo Toy Story, que en julio podrá verse en Disney + y no tiene previsto su pase por salas comerciales.
Así mismo el camino queda ya marcado para futuros estrenos de Walt Disney, de esta manera Cruella y Viuda negra se estrenarán de forma simultánea en cines y en streaming (28 de mayo y 9 de julio, respectivamente), además de retrasar otros proyectos como Free Guy, la esperada nueva comedia de Ryan Reynolds, y Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos. Esta acción tiene la intención de llevarlos directamente a la gran pantalla y, tan solo de forma posterior, será accesible para los suscriptores de su plataforma.
La iniciativa ha conllevado cierta polémica, además de quejas de diversos empresarios de proyección cinematográficas, pero si bien es probable que Walt Disney abandone el sistema según termine la problemática situación sanitaria hay otras que parecen tener ideas diferentes en mente. La competidora más directa sería Warner Bros., con su plataforma HBO Max en la que pretende estrenar todas sus producciones de 2021 de forma simultánea con las salas, algo que tampoco ha estado exento de controversia pero que con Tom y Jerry (segundo mejor estreno durante la pandemia) parece haber dejado claro que hay espacio para todo tipo de público y de visionados.
Hay que decir que esto no es precisamente una novedad, en el pasado ya ha habido diferentes productos que han pasado por la gran y pequeña pantalla. Por ejemplo, la serie británica Doctor Who proyectó en cines su episodio especial del 50º aniversario, The day of the Doctor, al igual que el primer capítulo de la etapa de Peter Capaldi como protagonista. Si bien es cierto que este hecho, y otros parecidos, han sido anecdóticos también evidenciaron que podía hacerse y saldarse con un muy buen resultado.
Por otro lado, tanto Warner Bros. como Disney, y otras competidoras como Universal o Paramount que también se lanzan al mundo del streaming, tienen claro que algo ha cambiado y que la forma de lograr suscriptores es dar contenidos únicos y muy deseados. Puede citarse, debido a su repercusión y sus muchos comentarios (a favor y en contra) La Liga de la Justicia de Zack Snyder que con su montaje de cuatro horas solo está disponible en HBO Max, aunque gracias a la buena acogida que ha tenido parece que finalmente también pasará por cines.
Es complicado saber hacia dónde irá el mundo del cine, y el de las producciones audiovisuales en general, en un momento en el que las series y las películas se funden, cada vez más y más gente consume a través del ordenador y del móvil, mientras la oferta y las plataformas no dejan de crecer.
¿Es el streaming el camino a seguir? ¿Un formato híbrido? ¿El cine como espectáculo de masas se encamina a su fin? Tan solo el tiempo lo dirá.
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