Los repartidores eran acusados de ser “falsos autónomos”, debido a que se regían por las órdenes de una única empresa y esta -a su vez- evadía sus obligaciones con la Seguridad Social, al no reportar a estos trabajadores como sus empleados. La legislación ofreció un plazo de tres meses a las compañías para que regularicen la situación de los repartidores, quienes debían pasar de ser trabajadores por cuenta propia, a trabajadores por cuenta ajena.
Los repartidores se dividen en dos bandas: algunos aseguran que pasar a ser empleados en nómina era lo correcto, y otros, por el contrario, manifiestan que esta ley solo incentiva los contratos basura y la precariedad.
“Debido a que la “Ley Rider” se pactó sin condiciones de ningún tipo, su aprobación trae taras como la subcontratación y temporalidad. Se han ido creando flotas, dirigidas por autónomos que a su vez contratan a trabajadores por cuenta ajena”, comenta Gustavo Gaviria, fundador y portavoz en Madrid de RepartidoresUnidos.org.
Además, otra figura parece aparecer en el escenario: cooperativas de autónomos ¿cómo funcionan? Algunos repartidores han informado sobre una de ellas, que está enviando a sus representantes para ponerse en contacto con ellos a las afueras de los restaurantes con más pedidos.
¿Te unes a la fuerza? Titula Gliders Force su flyer promocional con el que invita a los autónomos a mejorar sus condiciones laborales. “Reclutamos repartidores autónomos que quieran trabajar con contrato indefinido y jornada completa o parcial”, explican en su oferta.
Tal como se plantea, los autónomos seguirían pagando sus obligaciones por ser trabajadores por cuenta propia, pero esta vez con un horario y sueldo fijo. “Habría que conocer exactamente cómo pretenden operar, porque podríamos estar frente a un fraude. Aún no sabemos de alguna que esté funcionando, pero las cooperativas legales deben tener sus reglas muy claras, para que ahora no estemos pasando de falsos autónomos a falsos cooperativistas”, comunica el portavoz en Madrid de los riders.
Daniel Pérez, repartidor de Deliveroo, manifiesta su preocupación ante lo que vendrá, por ahora se mantiene expectante, aprovechando de trabajar al máximo como autónomo mientras llega el 12 de agosto, fecha límite para la aplicación de la “Ley Rider”. “La aplicación de esta ley traería disminución de ingresos para los repartidores y pérdidas para el sector hostelero que podrían llegar a los € 250 millones”, afirma Gustavo.
Luis Daniel García, creador de la cuenta en Instagram de Riders España, envía un mensaje de apoyo a sus compañeros: “No hay que rendirse, mientras haya unión todo siempre irá hacia adelante”.
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