Pero eso está a punto de cambiar. La próxima fase de la computación -la computación cuántica- está a punto de pasar de ser teórica a práctica, y nos acercamos rápidamente a un punto en el que los ordenadores cuánticos podrán realizar tareas más rápido, de forma más eficiente y más barata que los ordenadores clásicos. La computación cuántica rompe con la computación clásica tradicional utilizando la mecánica cuántica como base. Si superó las clases de física en el instituto o la universidad, es posible que recuerde la mecánica cuántica como un concepto desalentador asociado a genios como Albert Einstein, Niels Bohr y Max Planck. Pero no hace falta ser un científico de cohetes para empezar a pensar en cómo la informática cuántica puede revolucionar la industria y la sociedad. Y dada la velocidad a la que avanza la computación cuántica, creemos que ahora es el momento de que los Estados, las empresas y los agentes del mercado empiezan a prepararse para su llegada.
En el informe que sigue, analizamos qué es la computación cuántica y cuáles son sus ventajas frente a la computación clásica en términos de optimización, aprendizaje automático, simulación y criptografía. A continuación, aplicamos esas ventajas a sectores concretos para destacar áreas en las que la computación cuántica puede suponer un avance material en procesos que van desde la logística y el descubrimiento de fármacos hasta la optimización de carteras y la ciberseguridad.
Y lo que es más importante, exponemos los pasos que los Estados y las empresas pueden empezar a dar para preparar la llegada de la computación cuántica. Establecer una financiación adecuada para fomentar la investigación y el desarrollo es importante a escala nacional, al igual que garantizar la educación y la formación para evitar un déficit de talento. Las empresas deben ser más conscientes de cómo afectará la computación cuántica a su sector, realizar evaluaciones de impacto y contextualizar las oportunidades.
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