Las acciones de Capri Holding se desplomaban este viernes hasta un 46,29% tras la apertura de Wall Street, mientras que los títulos de Tapestry, por contra, subían casi un 15%.
En su decisión, recogida en 169 páginas encabezadas con la afirmación de que "la ley antimonopolio se ha puesto de moda", la jueza Jennifer Rochon, del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, accede a conceder a la FTC el interdicto preliminar que bloquea la transacción a la espera de que esta complete su propio procedimiento administrativo interno.
En su demanda, la FTC advertía de que la adquisición de Capri por Tapestry perjudicaría la competencia en el mercado de bolsos de mano de "lujo accesible", un mercado que no existe como tal en opinión de las empresas.
Sin embargo, en su sentencia, a la que tuvo acceso 'The New York Times', la jueza sostiene que "restar importancia a los bolsos como artículos discrecionales no esenciales que los consumidores pueden simplemente optar por no comprar si el precio es demasiado alto ignora que los bolsos son importantes para muchas mujeres, no sólo para expresarse a través de la moda, sino para ayudar en sus vidas diarias".
Desde la FTC se ha celebrado la decisión como "una victoria" no sólo para la FTC, sino también para los consumidores de todo el país que buscan acceso a bolsos de calidad a precios asequibles. "La decisión garantizará que Tapestry y Capri sigan compitiendo cara a cara en beneficio del público estadounidense", declaró Henry Liu, director de la Oficina de Competencia de la agencia.
Por contra, Tapestry ha emitido un comunicado donde afirma que la decisión de conceder la solicitud de la FTC de una orden judicial preliminar "es decepcionante e incorrecta en cuanto a la ley y los hechos", por lo que la compañía ha anunciado su intención de apelar la decisión, de acuerdo con sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión.
"Tapestry y Capri operan en una industria que es intensamente competitiva y dinámica, en constante expansión y altamente fragmentada entre los actores establecidos y los nuevos participantes", defiende la multinacional.
Asimismo, Capri Holdings también ha anunciado que, "de acuerdo con los requisitos del acuerdo de fusión", tiene la intención de presentar conjuntamente con Tapestry, una notificación de apelación ante el tribunal correspondiente tras la concesión de la medida cautelar solicitada por la FTC para bloquear la transacción.
La adquisición de Capri Holding elevaría a Tapestry como la alternativa estadounidense en el sector del lujo a los dos grandes gigantes europeos, puesto que LVMH, propietario de Louis Vuitton, Givenchy y Christian Dior, así como Kering, dueño de Gucci, Yves Saint Laurent y Balenciaga, son franceses.
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