… a pesar de ello, según la última encuesta de Gleeden al respecto, el 21% de personas considera que el motivo de no haber cumplido todas sus fantasías es por no haber encontrado a la pareja idónea para hacerlo
Alimentar el deseo es fundamental para tener una sexualidad sana y activa. Por este motivo, según Lydia Parrilla, psicóloga y sexóloga de Gleeden – la plataforma de encuentros no monógamos líder en Europa, pensada por y para mujeres –, es interesante tener fantasías sexuales pendientes de realizar: es una manera de activar el deseo, ya que fantasías y deseo van muy unidos.
Según los datos de Gleeden- que tiene más de 12 millones de usuarios en todo el mundo – un 63% de personas afirma tener o haber tenido algún tipo de fantasía sexual, frente a un 13% que dice no haber tenido nunca ninguna. De las personas que sí han fantaseado alguna vez, un 67% afirma haber cumplido solo alguna de sus fantasías, mientras que un 9% dice haberlas visto todas cumplidas, lo que veremos que no es lo óptimo, según Parrilla.
“La sexualidad es algo mental, por eso hay que hacer trabajar la mente para estimular el deseo: es como ir alimentándolo constantemente”, afirma Parrilla. “Una de las maneras para conseguir esto es a través de las fantasías sexuales: tener siempre fantasías activas en nuestra mente”. De hecho, en consulta, se suele intentar potenciar la erótica a través de las fantasías.
No se trata de llegar a realizar todas las fantasías, sino que siempre es recomendable tener algunas como algo idílico o ideal. De hecho “hay personas que sienten que algunas de sus fantasías son negativas o están mal porque se salen un poco de la norma, pero se trata de algo que no tiene por qué cumplirse, por lo que pueden salirse de la norma sin problema”, sigue Parrilla. Hay fantasías que no se pueden cumplir ni llevar a la práctica… quedan entonces en la fantasía, y eso no quiere decir que estén mal, siempre y cuando se acepte que no se van a llevar a cabo. Es importante desmitificar y naturalizar las fantasías que se salen de la norma que cada persona se impone, ya que se trata de algo que está en la mente pero que no se hará realidad.
Por eso es tan importante dejar algunas fantasías en la imaginación, no verlas todas cumplidas, o ir trabajando nuevas fantasías, ya que son útiles para activarse sexualmente. “Si pierdes todas esas fantasías porque ya las has hecho realidad y te han dejado de dar morbo, pierdes uno de los recursos que te ayudan a potenciar el deseo”, concluye Parrilla.
Existen infinidad de fantasías. Según el contexto y el país, las fantasías son muy diferentes. En España, según los datos de las últimas encuestas de Gleeden* al respecto, y también según los datos más recurrentes en la consulta de Lydia Parrilla, las fantasías más habituales son los tríos, los locales swinger, el voyeurismo (curiosamente, un 45% de encuestad@s afirma que no tendría problemas en practicar sexo con otras personas mientras su pareja mira, pero un 52% no aceptaría ver a su pareja con otra persona), la dominación y la sumisión BDSM.
Según el último estudio de Gleeden* al respecto, el 21% de participantes considera que el motivo de no haber cumplido todas sus fantasías es por no haber encontrado a la pareja idónea para ello.
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