Una eyección solar alcanzará la Tierra este 21 de julio: ¿alterará las comunicaciones?

(Por Gonzalo José Carracedo Carballal, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y David Montes, Universidad Complutense de Madrid) Algo le está ocurriendo a nuestro Sol. El pasado 11 de julio, una de las regiones de la atmósfera solar que actualmente exhiben manchas solares despertó la atención de los observatorios debido a un repentino incremento de su brillo en ultravioleta y rayos X. Los siguientes en notarlo fueron radioaficionados a ambos lados del Océano Pacífico, al ver sus comunicaciones brevemente interrumpidas.

Image description

Acababa de producirse una fulguración solar. Es decir, una súbita emisión de radiación electromagnética y partículas energéticas localizada en una pequeña región de la atmósfera solar. Una región donde, además, el campo magnético es especialmente fuerte y complejo.

En muchas ocasiones, una fulguración solar precede un evento mucho más impactante. El mismo campo magnético que generó tal fulguración se retuerce bajo la superficie del Sol, arrastrando enormes cantidades de plasma solar fuera de la misma y, como si de un cañón se tratase, lanzándolas a gran velocidad hacia el espacio. Hablamos entonces de una eyección de masa coronal. A diferencia de la radiación proveniente de una fulguración (que alcanza la Tierra a la velocidad de la luz, alrededor de 8 minutos), las eyecciones de masa coronal las componen partículas cargadas moviéndose a cierta velocidad. Esto implica que pueden tardar entre unas horas a varios días en llegar a la órbita terrestre.

Y así acabó siendo. Distintas fulguraciones de intensidad moderada continuaron sucediéndose durante la semana pasada hasta que, el pasado 15 de julio, una de ellas fue acompañada de una espectacular eyección. Eso sí, con una particularidad: esta vez, se dirige hacia nuestro planeta. Y esperamos ser alcanzados por ella el próximo 21 de julio.

La historia se repite

No es la primera vez que nos vemos en estas. Aunque a día de hoy la física de estos fenómenos no se conoce en profundidad, sí tenemos la certeza de que su naturaleza es principalmente magnética. Y también de que su ocurrencia no es fortuita: cada 11 años aproximadamente, nuestro Sol experimenta unos períodos de alta actividad magnética (denominados máximos solares).

Durante estos máximos, la frecuencia de estos eventos es especialmente alta. Y ahora mismo estamos entrando en el máximo del actual ciclo, cuyo pico de actividad se espera alcanzar a lo largo del año 2024.

El alcance de una eyección de masa coronal suele estar acompañado de llamativas auroras polares. Sin embargo, los efectos con alcance más global se dan cuando esta interactúa con la llamada magnetosfera terrestre: una suerte de burbuja protectora que envuelve la Tierra, en la que la intensidad del campo magnético terrestre es capaz de desviar las partículas cargadas liberadas por el Sol (el viento solar). Esto permite –entre otras cosas– que la Tierra conserve su atmósfera.

Al contacto con una eyección, la magnetosfera se comprime e interacciona con ella, modificando su estructura. Las rápidas variaciones del campo magnético terrestre producen corrientes eléctricas inducidas allá donde existen cargas eléctricas libres (como la ionosfera, una de las capas de nuestra atmósfera). Esto genera a su vez campos magnéticos más complejos que se suman al propio campo magnético terrestre.

Esta perturbación caótica del campo magnético se denomina tormenta geomagnética. Y puede, a su vez, producir perturbaciones en las comunicaciones por radio y por satélite. En los casos más extremos, hasta cortes de luz.

Representación de la interacción del viento solar con la magnetosfera de la Tierra. Wikimedia Commons / NASA

¿Habrá cortes de luz y problemas en las comunicaciones?

Por el momento, el mayor nivel de alerta publicado por los distintos servicios de observación y predicción del clima espacial (como el del NOAA, Space Weather o SOHO) es G1. Este nivel de alerta corresponde a tormentas geomagnéticas menores, con posibles pequeñas fluctuaciones en la red eléctrica e impacto reducido en las operaciones satelitales. No deberíamos preocuparnos, ¿verdad?

Manchas solares del 1 de septiembre de 1859, esbozadas por R.C. Carrington. A y B marcan las posiciones iniciales de un evento intensamente brillante, que se movió en el transcurso de cinco minutos a C y D antes de desaparecer. Wikimedia Commons / Richard Carrington

Lo cierto es que esto podría no haber sido así. En septiembre de 1859, una tormenta geomagnética causada por una eyección de masa coronal provocó el fallo de las redes telegráficas de Europa y Norteamérica. Las corrientes eléctricas inducidas en los cables alcanzaron una intensidad tal que llegaron a provocar incendios en los receptores. Se dieron incluso casos de electrocución por parte de operadores telegráficos. Se le denominó evento Carrington, por el astrónomo que observó la fulguración, Richard Carrington.

Por aquel entonces nos salvó nuestra limitada dependencia de los sistemas electrónicos. Hoy en día no tendríamos tanta suerte: nuestra sociedad hipertecnificada mantiene una fe ciega en la resiliencia de las redes de comunicación de las que dependen nuestros teléfonos móviles y ordenadores, algo que no se podría asegurar en un evento de tal magnitud.

Por ahora, los distintos intentos llevados a cabo por los Estados para abordar este tipo de amenazas han sido tímidos, descoordinados y basados en generalidades. Nuestra situación ahora mismo es de clara vulnerabilidad. Y aunque la frecuencia de estos fenómenos no se espera que deje de incrementarse en los próximos años, aún nos parece un problema demasiado ajeno.

La pregunta que cabe hacerse ahora es, ¿tendremos tiempo de cambiar de parecer antes del próximo evento Carrington?

Gonzalo José Carracedo Carballal, Estudiante de Doctorado en Astrofísica, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y David Montes, Profesor Titular de Universidad, Universidad Complutense de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

Tu opinión enriquece este artículo:

5 restaurantes catalanes nominados como Mejores Aperturas del año 2024 en España en TheFork Awards con Mastercard

Ya es oficial. La nueva edición de TheFork Awards con Mastercard ha nominado a un total de 41 restaurantes, distribuidos en 14 Comunidades Autónomas (2 más que en la edición anterior) como las mejores aperturas  del 2024 en España. La selección ha sido realizada por un jurado integrado por 58 chefs españoles reconocidos con Estrellas MICHELIN, de la altura de Paco Morales (Noor), los hermanos Torres (Cocina Hermanos Torres), Martín Berasategui (Martín Berasategui), Dabiz Muñoz (Diverxo), Elena Arzak (Arzak), Jesús Sánchez (El Cenador de Amós) y Mario Sandoval (Coque), entre otros. Los finalistas serán desvelados el próximo 3 de noviembre, en una gala con 300 invitados que tendrá lugar en el Teatro Caixabank Príncipe Pío, en Madrid.

Barcelona, ​​tercera ciudad del mundo en captación de proyectos de inversión extranjera en el ámbito de la inteligencia artificial

Barcelona es la tercera ciudad del mundo en captación de proyectos de inversión extranjera en el ámbito de la inteligencia artificial (IA). Es una de las conclusiones del estudio “Global Location Trends 2025”, que elabora la consultora IBM, mediante su unidad Plant Location International y en colaboración con Moody's, que analiza las decisiones de localización de proyectos empresariales de inversión en todo el mundo durante el año 2024. De acuerdo con el informe, Barcelona se sitúa sólo por detrás de global extranjera en el ámbito de la IA. Es, así, la primera ciudad de la Unión Europea en esta categoría.

Mango, reconocida como una de las Mejores Empresas del Mundo 2025 por la revista Time

Mango, una de las principales firmas de moda internacionales, ha sido reconocida por segundo año consecutivo como una de las mejores empresas del mundo según el ranking World's Best Companies 2025 de la revista Time, que este año llega a su tercera edición. La compañía destaca por ser una de las 17 empresas españolas en el listado y la única representante nacional en la categoría Apparel, Footwear & Sporting Goods.

El precio medio del alquiler sube un 22,1% en un año en Cataluña en agosto

En Cataluña el precio de la vivienda en alquiler sube un 0,9% en su variación mensual y un 22,1% en su variación interanual, situando su precio en 20,59 €/m2 al mes en agosto, según los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa. Si calculamos este último incremento interanual (22,1%) en euros (3,73 euros) y lo multiplicamos por los 80 m2 de una vivienda estándar, vemos que se están ofertando pisos 298 euros más caros que hace un año.

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies.