Además, los altos precios de las materias primas, que siguen subiendo por la guerra que Rusia ha desencadenado en Ucrania, pueden, paradójicamente, mejorar los saldos comerciales y fiscales de la mayoría de las economías de Sudamérica. Por su parte, la cuenca del Caribe y algunos países de Centroamérica deberían beneficiarse por la recuperación de los flujos turísticos.
IE Business School acaba de presentar en Casa de América la XIV edición del Informe sobre Inversión Española en Iberoamérica, que, desde 2008, elabora cada año (salvo en 2021, a causa de la pandemia).
El informe se basa en una encuesta realizada a empresas españolas con presencia en la región, en la que se les pregunta sobre su percepción de la situación económica local, las ventajas y riesgos de invertir en la zona, la evolución de sus inversiones, así como otros aspectos relacionados.
Previsiones versus covid-19
Tras un 2019 de estancamiento económico en el que el PIB de la región solo aumentó un 0,4 %, las proyecciones apuntaban a que en 2020 Iberoamérica crecería en torno al 1,6 % gracias al mejor tono que se esperaba que tuviese la economía norteamericana. Pero en marzo llegó la covid-19 y todo cambió.
Desde el punto de vista sanitario, los efectos de la pandemia fueron devastadores para los países de la zona debido, sobre todo, a unos débiles sistemas de salud que se colapsaron ante la emergencia. Desde el punto de vista económico, se produjo una contracción del PIB de casi el 7 %, la mayor del planeta y la más intensa desde que existen registros fiables.
En 2021, con la llegada de las vacunas y la recuperación de la economía mundial, el PIB iberoamericano experimentó un fuerte rebote –del 6,2 %, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe– que permitió recuperar parte de lo perdido durante el año anterior.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional ha estimado que, para 2022, el crecimiento será de solo un 2,4 %. Es decir, el rebote de 2021 no va a tener continuidad debido al fuerte aumento de las tasas de inflación, el endurecimiento de las políticas monetarias por parte de los bancos centrales y a un clima social y político muy complicado en varios países.
Los datos del informe
Así, el entorno que perciben las empresas españolas para este año no es muy positivo. El 51 % de ellas creen que la situación económica mundial afectará de forma negativa a la región, frente al 41 % que piensan que lo hará de manera positiva.
A pesar del panorama complejo, el 77 % de las empresas encuestadas piensan aumentar sus inversiones en la zona, el 20 % apuesta por mantenerlas y solo el 3 % van a reducirlas. El porcentaje de las que incrementarán sus inversiones es superior en 12 puntos al registrado en 2020 debido, probablemente, a que muchas de las inversiones que se planearon entonces no pudieron llevarse a cabo por la covid-19. Ahora se retoman esas inversiones porque, aunque sigue habiendo problemas importantes, puede que lo peor de la crisis haya pasado.
Panamá será, a juicio de las empresas españolas, el país con una mejor situación económica en 2022, seguido de Costa Rica, República Dominicana y Uruguay. Desciende la opinión sobre el desempeño de Colombia, que en 2020 era el país mejor colocado, probablemente debido a las incertidumbres que plantea su proceso electoral. Chile mejora con respecto a 2020, aunque hay dudas sobre el rumbo económico que seguirá la recién estrenada presidencia de Gabriel Boric.
Los colosos iberoamericanos
La opinión sobre las perspectivas de las dos mayores economías de la región no es muy favorable. Brasil afronta un año complicado por las elecciones presidenciales, su alto nivel de endeudamiento y el parón en su crecimiento económico. Este parón ha sido provocado por la intensa subida en los tipos de interés aplicada por el Banco Central do Brasil para frenar una inflación que ya supera los dos dígitos.
México, por su parte, podría ser la economía más expuesta al cambio de rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos, pero también la que más se beneficiaría del crecimiento que pueda tener la economía norteamericana.
Tal vez sea por eso que México vuelve a ser el país en el que más empresas españolas piensan aumentar sus inversiones durante 2022. Le siguen Perú, Brasil, Chile, Colombia y República Dominicana. En el resto de países, el número de empresas que tienen previsto incrementar sus inversiones es solo algo superior al de las que las mantendrán estables durante este año.
Sus razones para invertir
Como viene siendo habitual, el atractivo de los mercados internos es la mayor ventaja que encuentran las compañías españolas a la hora de invertir, pero el porcentaje de las que así piensan desciende, debido a las dificultades económicas que esperan. También son menos las que ven como una ventaja significativa la competitividad de las economías en las que están presentes, pero sorprende gratamente que la mano de obra cualificada, que tradicionalmente era la característica menos valorada, se sitúe este año en tercer lugar con el 31 %.
A pesar del panorama de incertidumbre económica y social que se vislumbra, los riesgos y amenazas que perciben los inversores españoles se mantienen estables. La principal preocupación es la inestabilidad política, seguida por la desaceleración económica y la inseguridad jurídica.
También se mantiene, por segundo año consecutivo, por debajo del 50 % el número de grandes empresas y pymes que creen que, en el plazo de tres años, las cifras de sus negocios iberoamericanos serán mejores que las conseguidas en España. Tras este dato volvemos a encontrar el pesimismo sobre la evolución económica de este territorio en el medio plazo y la (cada vez más cuestionable) promesa de recuperación de la economía española gracias a la llegada de los fondos europeos.
Por último, preguntamos por las políticas de innovación. Aunque son mayoría las que innovan en España primero, ha aumentado del 16 al 26 % el porcentaje de empresas que lo hacen antes en sus filiales iberoamericanas que en la matriz española. También son mayoría las que han exportado alguna innovación de sus filiales iberoamericanas a sus casas matrices en España.
Lo que habrá que tener en cuenta
No conviene olvidar que hay factores que podrían complicar (e incluso truncar) la recuperación, como la intensidad y la velocidad de la normalización monetaria en Estados Unidos y la evolución de la guerra en Ucrania.
También habrá que estar muy atentos al incremento de la polarización social y política que puede producirse en muchos países de la región como consecuencia del aumento de la pobreza y de la pobreza extrema durante la pandemia, que ha hecho retroceder estos índices a niveles de hace tres lustros. En este sentido, Colombia y Brasil afrontan este año elecciones presidenciales que, a fecha de hoy, presentan un pronóstico incierto debido a esa mayor crispación.
En cualquier caso, la mayoría de las grandes empresas y de las pymes españolas presentes en la región aumentarán sus inversiones en 2022. A pesar de que se intuye un entorno económico, político y social menos favorable del que les gustaría, y de que la guerra en Ucrania podría seguir alimentando las ya de por sí altas tasas de inflación. Así, se constata que, superada la pandemia, siguen manteniendo su apuesta inversora por Iberoamérica.
Juan Carlos Martínez Lázaro, Profesor de Economía, IE University
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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