Desde el referéndum del 1 de octubre de 2017 la pérdida de actividad empresarial en Cataluña se ha reducido sensiblemente frente a Madrid. El Colegio de Registradores apunta a que unas 4.700 empresas trasladaron su sede fuera de Cataluña desde 2017, una situación que parece estar revirtiendo en los últimos 6 meses en el sector inmobiliario. Desde la consultora inmobiliaria catalana Laborde Marcet, destacan el aumento de las consultas por activos inmobiliarios en Barcelona por parte de inversores latinoamericanos.
Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet, manifiesta que “durante el primer semestre del año hemos detectado un incremento importante del interés de capitales latinoamericanos que buscan invertir en Barcelona. El sobrecalentamiento del mercado en Madrid y las muy bajas rentabilidades que se están obteniendo en la capital ha provocado la vuelta de este perfil de inversor a la ciudad condal” declara el experto. “Barcelona es una ciudad con unos alicientes que no existen en la capital, por eso, el turismo es tan fuerte” añade.
Regular con más precisión
Para el socio de la consultora inmobiliaria el problema actual de Barcelona es el ámbito regulatorio. Gerard Marcet considera que el reto es “dar seguridad jurídica y facilitar la promoción, la rehabilitación y la concesión de licencias de actividades administrativas que es muy restrictiva. Para ello, es necesario regular con más precisión considerando las particularidades de cada tramo comercial”.
A pesar de la coyuntura actual y, en especial, la situación política municipal o el movimiento independista que han lastrado el crecimiento económico de Barcelona durante años, Marcet es optimista. “Esperamos que con la nueva alcaldía y las elecciones generales pueda revertirse esta situación para que la ciudad condal recupere todo su potencial” , sentencia.
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