Cada vez más las personas nos preocupamos de llevar un estilo de vida sostenible, no solo en lo que respecta a hábitos alimenticios, deportivos, de consumo o de reciclaje. También nos estamos empezando a preocupar por el impacto medioambiental de nuestras viviendas. Es por eso que en la última década se han estabilizado las bases de la sostenibilidad en las edificaciones de alrededor del mundo.
A pesar de que España aún está lejos de conseguir que la mayoría de nuevas construcciones sean sostenibles, desde hace un tiempo cuenta con la casa más sostenible de toda Europa. El pequeño municipio catalán Sant Andreu de la Barca es el lugar donde se alza esta vivienda.
Se trata de una espectacular casa de 312 m2 y dos plantas, diseñada y construida por Arquima, empresa líder en Construcción Pasiva Industrializada con sede en la localidad del área metropolitana de Barcelona. Pero lo interesante de esta vivienda no es su fachada tintada de color gris con efecto de madera envecejida, ni su decoración basada en colores blancos y madera natural. La singularidad de la edificación se encuentra en que es la única del continente europeo que dispone de la doble máxima certificación en lo que respecta a sostenibilidad y eficiencia energética: Passivhaus Premium y 5 hojas Verdes. Conseguir estas dos certificaciones es un logro, ya que, de hecho, solo existen diecinueve viviendas en todo el mundo con la certificación de Passivhaus Premium y solo una vivienda prototipo con 5 Hojas Verde.
José Antonio González Casado, CEO de Arquima, nos cuenta que el proyecto de la vivienda se empezó a trabajar en agosto de 2019, en mayo de 2020 se realizó el montaje de la envolvente y a finales de agosto estuvo completamente acabada. “Salió la oportunidad de hacer este proyecto como promoción propia, y decidimos apostar por llevar al límite la eficiencia energética y la sostenibilidad” explica José Antonio. La empresa ya tenía experiencia en Passivhaus y VERDE, por eso se marcaron como objetivo ir a la máxima puntuación en ambas certificaciones y crear la primera vivienda de Europa que cumplía con eso.
Doble máxima certificación de sostenibilidad y eficiencia
La Certificación Passivhaus Premium de Passivhaus Institut, por un lado, se basa en cinco criterios que giran entorno a conseguir el consumo energético del edificio más bajo posible, sin dejar de lado la funcionalidad y la salud. Estos criterios son: excelente aislamiento técnico, ventanas y puertas de altas prestaciones, ausencia de puentes térmicos, hermeticidad al aire y ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor.
Cabe destacar que el certificado Passivhaus de una vivienda no depende de la sostenibilidad de los materiales con los que está construida, sino que “depende de la orientación, la geometría, el control solar y la aplicación de los principios del Passivhaus”, puntualiza José Antonio González.
Es por eso que la vivienda de Arquima dispone de una temperatura interior constante, situada entre 22 y 24 grados, lo cual permite vivir en la casa sin necesidad de poner la calefacción o el aire acondicionado. Además, no hay corrientes de aire y la temperatura no varía de una habitación a otra. Por ello, la demanda energética de la casa en cuanto a calefacción y refrigeración es tan solo de 10kWh/m2.
En cuanto a la certificación Verde, de Green Building Council España (GBCe), mide el nivel de sostenibilidad de un proyecto a partir de un sistema de puntuación que da por resultado un número de hojas, máximo cinco. Los criterios que se tienen en cuenta son la ubicación del edificio, la calidad ambiental interior (aire, luz, ruido y confort), la gestión de los recursos (energía, agua y materiales), la integración social y la calidad técnica.
En esta línea, la casa de Sant Andreu de la Barca tiene cuatro paredes que hacen imperceptible el ruido de los coches, la lluvia y la tormenta. Además, sus instalaciones se controlan mediante un sistema domótico para la ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor, la distribución de iluminación controlable o la climatización con suelo radiante, entre otros. Incluso la instalación de griferías cumple con la exigencia del caudal de agua de la certificación VERDE, que exige valores muy reducidos.
Para Arquima, obtener la quinta hoja Verde ha sido la parte más difícil de la construcción de la vivienda. “Aunque todas nuestras viviendas son muy sostenibles y podrían obtener 4 hojas Verde sin demasiados esfuerzos, obtener la quinta hoja sí que ha supuesto esfuerzos, tanto técnicos como económicos.” confiesa su CEO.
Una casa prefabricada
La vivienda se realizó con el sistema industrializado propio de Arquima, en su fábrica situada en Sant Andreu de la Barca. José Antonio González señala que los beneficios de este tipo de construcción son infinitos. “Control de costes desde el principio sin desviaciones, control de los plazos de fabricación y montaje, plazos de ejecución muy inferiores, posibilidad de trabajar siempre bajo cubierto y no tener parones por las inclemencias del tiempo…” son algunas de las ventajas.
WELL Platinum, la próxima meta de Arquima
Arquima no se conforma con haber construido la vivienda más sostenible de Europa y ya está pensando en nuevos proyectos. “La próxima meta es dar un paso más en la salud y certificar la primera vivienda Passivhaus Premium, 5 hojas VERDE y WELL Platinum.” aseguran desde la empresa.
Además, Arquima también tiene puesto el ojo en “sectores que actualmente no han evolucionado al nivel de las viviendas unifamiliares hacia la construcción pasiva, sostenible y saludable”, como la promoción residencial pública y privada, los equipamientos tanto públicos como privados, y el sector logístico.
Un futuro con una España llena de casas pasivas y sostenibles está lejos, pero el CEO de Arquima no tiene duda alguna de que durante los próximos años el crecimiento de este tipo de viviendas será exponencial.
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