La sala de reuniones de la oficina de LLYC en Barcelona podría ser, además de un recinto imponente, una buena fotografía del espíritu de la empresa que en 28 años logró convertirse en la primera consultora de comunicación en cotizar en el mercado bursátil español: transparencia, sobriedad e innovación.
María Cura, socia y directora de la oficina catalana, resume con la misma sencillez una década de historia: “la oficina de Barcelona de Llorente y Cuenca se abrió apenas un año después de la sede de Madrid, y hoy es la tercera en importancia en toda la operación de la compañía. En principio pensando en tener cercanía con los clientes, pero rápidamente el negocio se reorientó para ajustarse a la identidad empresarial local. Aquí hay mucha industria, muchas empresas familiares, pymes y startups”.
Los muchos y diversos servicios que hoy brinda LLYC podrían estructurarse en dos grandes ejes. Por un lado, todo lo que tiene que ver con Asuntos Corporativos (comunicación financiera, comunicación de crisis, asuntos públicos y talento) y por otra parte Marketing, un inmenso paraguas bajo en que se engloban servicios de comunicación digital, consumer engagement, analítica de datos, inteligencia artificial y tech. “Contamos con tecnología propia, para la que adquirimos a otras compañías digitales, que nos permiten saber exactamente dónde está el foco de un tema a nivel digital”, explica Cura, señalando a las enormes pantallas con gráficos en tiempo real que presiden la sala donde recibió a InfoNegocios Barcelona.
IN: ¿Cuáles son los verticales que atienden desde la oficina de Barcelona?
María Cura (MC): Nuestra operación refleja mucho lo que sucede en la economía catalana, con fuerte peso de la industria. Y sin lugar a dudas somos líderes en healthcare, con Gina Rosell, socia y directora senior, comandando desde aquí el vertical para todo el mundo. Y luego, claramente, tenemos liderazgo en automoción, turismo, agro y sobre el ecosistema de startups, que es por lejos el más relevante de España.
IN: ¿Y la relación con multinacionales?
MC: Tenemos un servicio que es muy importante, y muy especial, que llamamos “landing internacional”. Ayudamos a compañías que vienen desde otros mercados a obtener un servicio de diplomacia corporativa. Básicamente, les ayudamos a comprender qué teclas deben tocar, quiénes son los principales stakeholders y cómo adaptar su mensaje corporativo a un mercado tan específico como este. Hemos asesorado a Uniqlo, por ejemplo, en un proceso que tenía su complejidad ya que es competencia directa de Inditex, una de las compañías españolas más reconocidas a nivel mundial. Otro caso que disfrutamos muchísimo fue el de Limak, constructora turca que ganó las obras de remodelación del CampNou, que van a ser emblemáticas para los próximos años.
IN: Para terminar ¿Cuáles crees que son los principales desafíos para las empresas de comunicación?
MC: Creo que una de las cosas fundamentales es poder cruzar el mejor talento, hoy global, con las necesidades del cliente sin trasladarle nuestra complejidad interna. Ofrecer respuestas medibles, con resultados demostrables sobre el negocio y finalmente, apelar siempre la creatividad, como la única manera de llegar con el mensaje a una sociedad que responde ineludiblemente a estímulos emocionales.
Entre los principales clientes de la oficina Barcelona destacan Mango, Panasonic, Tous, Singapore Airlines, Freixenet, y Limak.
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