En una carta dirigida a los accionistas de la entidad de origen catalán, Oliu señala que, como era de esperar, el BCE no mostró objeción ya que su análisis "se centra en la solvencia de BBVA y de la operación propuesta", que está facilitada por la ampliación de capital que suscribirían los accionistas de Sabadell en caso de aceptar el canje de acciones.
Por ello, ha señalado que ahora tendrán que pronunciarse los reguladores españoles, quienes tomarán sus decisiones basándose en cómo afectaría la operación a los accionistas de Banco Sabadell, a la competencia, a los clientes y a la financiación de las pymes españolas.
Tras ello, será el Gobierno quien tome la palabra, aunque ha recordado que este ya ha anunciado que "se opone a la operación por el impacto negativo que tendría sobre la competencia, la estabilidad financiera y la inclusión territorial de España". Por último, serán los accionistas de Banco Sabadell "los que decidan si esta OPA sale adelante o no", ha subrayado en su escrito.
También ha declarado que se trata de un proceso "largo y complejo" en el que los accionistas de la compañía no tienen que tomar ninguna decisión por el momento, teniendo la oportunidad de decidir cuando se abra el plazo de aceptación de la OPA, esperado para finales de 2024 o para 2025.
Para entonces, el consejo de administración de Banco Sabadell emitirá un informe en el que valorará la oferta de BBVA y el directivo espera que BBVA "haya divulgado información clara, transparente y completa sobre todos los aspectos de la oferta que puedan afectar a su valor" y haya proporcionado a los accionistas "detalles suficientes para tomar una decisión informada".
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