Con motivo de la crisis del coronavirus, el Ejecutivo distribuyó ayudas de manera provisional a casi 1,5 millones de trabajadores autónomos que cerraron su negocio, con un gasto de 5.237 millones entre prestaciones extraordinarias y exoneraciones en las cotizaciones sociales.
Para percibir esos recursos, había que estar dado de alta en la Seguridad Social o al corriente de pago de las cuotas y que la actividad estuviese suspendida por la crisis sanitaria.
EL 3% DE LAS RECONOCIDOS
En una respuesta parlamentaria a varias preguntas de un grupo de diputados del PP, el Ejecutivo confirma que, una vez realizada la revisión y verificación del cumplimiento de requisitos, se han denegado 45.357 prestaciones que suponen el 3,05% de los reconocimientos provisionales realizados por las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
La cifra ofrecida en la respuesta, a la que ha accedido Europa Press, dista de la estimada por el Tribunal de Cuentas, que en un informe publicado en abril dijo que podían ser hasta 281.000 autónomos los que recibieron ayudas por el cese de actividad sin cumplir con los requisitos.
La institución fiscalizadora señaló que, al menos, 125.000 autónomos no estaban dados de alta en la Seguridad Social o al corriente del pago de las cuotas en el momento de solicitar la ayuda; mientras que otros 156.000 personas pidieron la prestación sin estar suspendida su actividad en la pandemia.
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