El sistema es voluntario, y cada empleado decide si se adhiere a él o no y qué cantidad de su salario bruto quiere destinar a contratar un seguro. Esa cantidad se descuenta directamente de la nómina del empleado, y una vez descontado ese importe, la empresa aplica las retenciones fiscales correspondientes. La parte del salario destinada a ahorro no suma a la base imponible y, por tanto, no se tributa por ella, ha explicado la aseguradora.
Mapfre ha puesto de ejemplo una persona con un salario de 36.000 brutos anuales que decide ahorrar 300 euros mensuales con este sistema. Esta decisión supondrá un ahorro en impuestos de 1.000 euros anuales.
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