Charlamos con Juan Sobrino, bibliotecario en Soto del Real e impulsor de la iniciativa, sobre el origen, evolución y futuro, los efectos de la pandemia y sobre cómo recibieron que la mismísima presidenta de la Comisión Europea alabara la iniciativa en sus redes sociales. Porque este proyecto, donde “el voluntariado es clave”, se convierte en el prólogo perfecto para una historia con un bonito final feliz.
-Alejandro Carrilero: ¿Cómo surge la idea?
-Juan Sobrino: ‘Cuentos por teléfono’ es una iniciativa que surge durante el confinamiento pero que en realidad es la adaptación a un proyecto anterior que se llama ‘Biblioterapia para mayores’; es un proyecto relacionado con la lectura, dirigido a personas mayores que se encuentran en residencias y que pusimos en marcha en 2013, y entre otras consiste en que creamos una colección de fondos inclusivos pensados para ellos con: colección de letra grande, audiolibros, libros de lectura fácil…
En fin, toda una serie de material que pusimos a disposición de las residencias creando un carnet institucional para que pudieran sacar cualquier tipo de documento que necesitasen y empezamos también a llevar actividades de animación a la lectura a las residencias de todo tipo, como: recitales poéticos, obras de teatro, cuentacuentos y también les hacíamos que participasen en las actividades –de alguna manera si podían- que hacíamos en la biblioteca, que viniesen a ellas y luego desde 2015 con un grupo de lectores de la biblioteca creamos un grupo de voluntarios que una vez al mes íbamos a las residencias a leer allí y a estar un rato con ellos.
-¿Se convierte el confinamiento en punto clave para el nacimiento de esta idea?
-JS: Cuando llega la pandemia obviamente tuvimos que parar con las actividades presenciales, pero creíamos que el proyecto era más necesario ahora que nunca, pues por toda la situación de dolor que se estaba viviendo y, sobre todo, por todo el tema de aislamiento que provocaba en los mayores. Entonces la forma que vimos para poder continuar con el proyecto ‘Biblioterapia para mayores’ lo denominamos ‘Cuentos por teléfono’, y es la misma actividad que antes, con los mismos voluntarios y voluntarias que íbamos a leer a las residencias ahora lo que hacíamos es leerles desde casa a través del teléfono.
Entonces, lo que fuimos haciendo es asignando un lector a una persona mayor. Se lee una vez a la semana en lugar de una vez al mes, estamos leyendo ahora todos los días de la semana, y lo que se hace es que se crea un vínculo mucho más personal y entrañable entre el lector y el residente.
Es una actividad que ahora es a demanda, mucho más personalizada, porqué claro leemos en función de los gustos de la persona mayor. El voluntario es el que llama a la residencia, nos pone en contacto con la persona que sea, y leemos generalmente géneros literarios cortos, mucha poesía, microrrelatos, cuentos, adivinanzas, todo tipo de juegos del lenguaje, pero siempre en función del usuario. A veces hemos leído también una novela en fragmentos.
-¿Qué hay que hacer para apuntarse? ¿Tiene algún coste para el usuario?
-JS: Es una actividad que es totalmente gratuita y para apuntarse se puede hacer a través del correo biblioteca@ayto-sotodelreal.es, y bien se pueden apuntar como voluntario para leer o también como persona mayor, estamos leyendo a personas que están en residencias y personas mayores que viven solas y tienen algún problema de visión y ya no pueden leer por sí mismas.
-¿Cómo de importante es el voluntariado para el éxito de la iniciativa?
-JS: El papel del voluntariado en este proyecto es clave, ya que somos una biblioteca muy pequeña en la que sólo hay dos personas trabajando. Está mi compañera Manuela Collado y yo, no somos más. Entonces, es fundamental el trabajo de los lectores voluntarios; fundamentalmente usuarios y usuarias de la biblioteca y también gente que se ha añadido nueva que son de otras parte de fuera de Madrid a media que el proyecto ha tenido difusión, y también contamos con la colaboración, obviamente, de todo el personal de las residencias.
-¿Cuáles son los títulos más solicitados por los lectores?
-JS: No hay una relación de títulos, porque generalmente no solemos leer libros enteros, aunque alguna vez lo hemos hecho. Lo que hacemos es buscar textos cortos, que sean autoconclusivos en la llamada. Las llamadas suelen durar unos veinte minutos, pero por nuestra experiencia se alargan hasta media hora o cuarenta minutos, dependiendo de la disponibilidad de la persona lectora y del mayor.
Lo que hacemos es seleccionar los textos en función de los gustos de la persona mayor y mezclamos géneros literarios. En mi caso, por ejemplo, utilizo mucho la poesía, y utilizo desde clásicos como Lorca o Machado, pero también autores jóvenes o contemporáneos, como Luis García Montero o Ana Merino, Raúl Vacas o Ben Clark, por poner algún ejemplo.
-¿Qué rangos de edades comprenden los usuarios?
-JS: Las personas que reciben el servicio obviamente son personas mayores. Y los lectores hay de todas las edades, incluso hay varios niños que están apuntados a la actividad y que leen a personas mayores; generalmente suelen leer adivinanzas, aunque también otro tipo de textos.
-¿Cuál es el futuro de la iniciativa ahora que empieza aumentar el ratio de vacunados?
-JS: A lo largo del verano, a medida que se vacunaron las personas mayores y luego los voluntarios, cuando ya estábamos todos vacunados, se empezaron a producir ya encuentros en exterior, con lecturas de personas que han estado mucho tiempo leyendo por teléfono y que en algunos casos se conocían y en otros no.
La idea ahora es continuar con la actividad, volver con las lecturas presenciales y mantener la iniciativa de ‘Cuentos por teléfono’, porque hemos visto que funciona muy bien, sobre todo por ese vínculo que se forma entre el voluntario y la persona mayor, y esa forma de acompañar a través de los libros cada semana. No sólo lees sino que también tienes un rato de conversación.
-¿Existe algún plan de expansión por otras ciudades de esta iniciativa?
-JS: El proyecto se ha replicado en numerosos sitios. Ya antes de ‘Cuentos por teléfono’ cuando era ‘Biblioterapia para mayores’, ya lo replicaron en Perú, incluso se iba a poner en toda la red de hospitales públicos; estaban en fase de financiación cuando llegó el tema de la pandemia.
Luego cuando fue de ‘Cuentos por teléfono’ que tuvo mucha difusión el proyecto se ha replicado y adaptado y se ha puesto en marcha en numerosos sitios tanto en bibliotecas, en España en muchos lugares, pero también en América, en países como Argentina, Chile Brasil, México, Perú y en otras partes de Europa, como Italia o Grecia.
-¿Cómo se enteraron de que la presidenta de la Comisión Europa había puesto un tuit alabando la iniciativa?
-JS: La verdad que no sabemos muy bien cómo llegó a la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, el caso es que uno de los muchos medios que nos contactó fue una productora que nos tomó imágenes para un banco de imágenes para los medios de comunicación de Europa.
Al parecer estaban buscando proyectos solidarios, no de animación a la lectura, sino proyectos solidarios en general en relación con la Covid, y de los que enviaron desde España hicieron una selección y Bruselas de todos escogió el nuestro en España. ¡Supongo que vendría por ahí! Pero la verdad es que no lo sabemos, lo que sí sabemos es que fue una sorpresa y gratificante. Algo que empiezas haciendo en tu pequeña comunidad y se ha ido expandiendo, la verdad que te llena de asombro y a la vez de orgullo.
Nos enteramos del tuit de la Presidenta porqué alguien nos lo reenvió. Nosotros no tenemos Twtitter y las redes que tenemos las llevamos nosotros, y sólo tenemos Instagram y Facebook, así que fue a través de algún usuario.
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