De esta forma, los títulos de Atos en la Bolsa de París se han revalorizado hasta los 0,31 euros, un 98,85%, frente a los 0,172 euros en los que se negociaban en la apertura de la sesión, pero por debajo de los 0,430 euros a los que ha llegado a cotizar esta jornada.
La propuesta por el segmento BDS de Atos, que agrupa sus divisiones de computación de alto rendimiento (HPC), cuántica e IA, arrojaría un valor empresarial de 500 millones de euros que podría escalar a 625 millones de alcanzarse ciertos hitos. No obstante, está sujeta a un periodo de exclusividad hasta el 31 de mayo de 2025.
Si las negociaciones conducen a un acuerdo aceptable para las autoridades reguladoras, se podría ultimar la compra de acciones antes de esa fecha. Atos recibiría un pago inicial de 150 millones de euros tras la firma del contrato.
La nueva propuesta del Estado francés se produce después de que no llegase a buen puerto una oferta no vinculante anterior sobre un perímetro más amplio de Atos, ya que se incluían entonces los sistemas de misión crítica y productos de ciberseguridad, además del negocio de computación avanzada.
Según lo acordado con los acreedores financieros de Atos, un experto independiente designado por la compañía realizará una valoración de los activos vendidos para evaluar, en concreto, que los términos de la transacción reflejen un valor justo de mercado.
Asimismo, Atos se ha comprometido a lanzar un proceso formal de venta de sus negocios de ciberseguridad y sistemas de misión crítica, que generaron ingresos cercanos a los 340 millones de euros en 2023.
En este sentido, el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria ha precisado que la venta de las demás actividades de Atos "ya están adecuadamente protegidas gracias al acuerdo y a la participación preferente concedida al Estado", añadiendo que su venta será llevada a cabo por Atos en el marco de un proceso separado y sobre la base de una lista de posibles compradores aprobada por el Gobierno.
"La apertura de conversaciones exclusivas entre el Estado y Atos constituye un primer paso crucial, no solo para la recuperación y la reestructuración del grupo, sino también para asegurar la actividad estratégica de los superordenadores", ha declarado el ministro de Economía, Finanzas e Industria, Antoine Armand.
Armand ha defendido la función del Estado de garantizar como accionista, siempre que esté justificado, la sostenibilidad y el desarrollo de las actividades industriales más estratégicas para la soberanía del país.
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