2020 será recordado por la industria hotelera como un annus horribilis. Según datos de la Coyuntura Turística Hotelera recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el conjunto del año pasado, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros alcanzaron los 91,6 millones, cayendo un -73,3% respecto a 2019. Este porcentaje se ha suavizado en los cinco primeros meses de 2021, quedándose en el -53,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
Este verano todos esperan que la situación pueda dar un giro de 180 grados gracias a la vacuna contra el coronavirus. “La vacunación está generando confianza y seguridad en los viajeros, contribuyendo en una medida importante a motivar al mundo positivamente para disfrutar viajando”, revela Mercedes Blanco, responsable del área de Hoteles de MVGM en España.
En la misma línea, Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), define la vacunación como “el arma que tenemos para poder hablar de recuperación” y se muestra optimista con respecto a la temporada estival: “Empezamos a tener muchas instalaciones abiertas y con una ocupación razonable con respecto al año anterior”, indica.
No obstante, el sector hotelero ha trabajado intensamente para atraer público. Álvaro Carrillo, director general del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), habla de protocolos de limpieza y desinfección, así como de favorecer la ventilación y mantener distancia de seguridad. Asimismo, la digitalización de ciertos procesos es un punto a favor, pero matiza que, si bien “la tecnología ayuda muchísimo a dar confianza al cliente, al final son las personas las que consiguen generar ese vínculo”.
La flexibilización de las políticas de cancelación tomó protagonismo durante los meses más convulsos de la pandemia, y en 2021 su presencia se va a consolidar. “Estamos inmersos en una vorágine de noticias diarias que hacen que el riesgo a la hora de reservar está en la mente de los clientes”, expone Marichal. Por su parte, Blanco admite que la implantación de condiciones flexibles de cancelación supondrá “una ventaja competitiva para las empresas que las apliquen”.
Atendiendo a los datos de ocupación del INE, sabemos que en 2020 se cubrió, de media, el 33,7% de las plazas ofertadas, lo que supuso un descenso del -43,9% respecto a 2019. En mayo, se han cubierto el 28,8% de las plazas ofertadas, lo que ha supuesto un incremento del 133,6%. En este sentido, Blanco revela que “se espera un repunte de reservas decisivo a partir de septiembre”, mientras que Marichal insiste en que “las reservas de última hora van a ser la tónica de este verano”. En cuanto a los precios, ambos esperan que la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada supere los € 81 del 2020.
El año pasado, los viajeros residentes representaron el 68,5% del total y los no residentes el 31,5%, una proporción que, en el mes de mayo ha pasado a ser del 64,2% al 35,8%. Aunque el foráneo va despertando, se espera que este verano el principal mercado emisor sea de nuevo el patrio: “La balanza de las previsiones de los operadores hoteleros sobre el origen de sus clientes se inclina hacia los huéspedes de origen nacional”, comenta Blanco.
Desde CEHAT, su portavoz admite que “las cosas no van a ser tan fáciles con el mercado internacional”, refiriéndose, por ejemplo, a países que recomiendan a sus ciudadanos no viajar a España, aunque esto es algo que podría cambiar, sobre todo en el espacio Schengen, gracias a la puesta en marcha del pasaporte COVID en julio.
Es evidente que el sector hotelero saldrá adelante. “Las perspectivas de negocio de verano están todavía muy condicionadas por las restricciones, especialmente del mercado británico, pero sí que hay un consenso sobre que la recuperación se ha iniciado”, argumenta Juan Garnica, director ejecutivo de Hoteles en Savills Aguirre Newman.
De hecho, España ha sido el segundo mercado de inversión hotelera en Europa en el primer trimestre de 2021, con un volumen de 746,5 millones de euros. Según Garnica, “el reto para el mercado transaccional será, para los inversores, identificar las oportunidades atractivas y ejecutables; y para los vendedores, implementar procesos que maximicen el valor de sus activos”.
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