Uno de los efectos más costosos para las compañías es la necesidad de reemplazar hardware de forma no planificada. Vulnerabilidades críticas en routers, firewalls o servidores, así como decisiones regulatorias o la retirada de soporte por parte de fabricantes, obligan a sustituir equipos en plazos reducidos y bajo una fuerte presión presupuestaria.
Partiendo de esta realidad, FNT Software, proveedor líder de soluciones de software para la gestión integrada de infraestructuras de TI, centros de datos y telecomunicaciones en todo el mundo ha querido destacar la necesidad de contar con herramientas que permitan tener una visibilidad total y reaccionar con rapidez ante fallos imprevistos.
5 claves para garantizar la continuidad operativa
Los procedimientos de Instalación, Movimiento, Adición y Cambio (IMAC) están diseñados para operaciones planificadas. Sin embargo, ante un fallo crítico o una orden de sustitución urgente, estos protocolos se revelan insuficientes. Los reemplazos imprevistos suelen afectar a múltiples sitios y proveedores al mismo tiempo, y generan un nivel de complejidad que las empresas no siempre están preparadas para gestionar.
De acuerdo con estimaciones del sector, el coste medio por hora de inactividad de sistemas TI puede superar los 250.000 euros en grandes compañías. A esto se suman las posibles sanciones regulatorias derivadas de normativas como NIS2 o DORA, que obligan a las organizaciones a demostrar capacidad de reacción y trazabilidad en sus procesos de TI.
De esta forma, según FNT Software, los factores determinantes para afrontar con éxito una crisis de este tipo son:
- Inventario centralizado y actualizado, que permita identificar con precisión los equipos afectados y su impacto en los servicios.
- Flujos de trabajo definidos para emergencias, con procesos claros, auditables y adaptables a la magnitud del incidente.
- Paneles de control en tiempo real, que proporcionen visibilidad sobre el estado de los proyectos, recursos disponibles y posibles cuellos de botella.
- Roles bien definidos e hitos personalizables, que aseguren la coordinación eficiente entre equipos.
- Análisis post-incidente, que facilite la incorporación de mejoras a los protocolos de respuesta.
“Incluso las infraestructuras de TI más robustas pueden verse desbordadas por imprevistos. La clave no está solo en reaccionar, sino en anticiparse, tener visibilidad total y flujos de trabajo claros que permitan actuar con rapidez y seguridad cuando lo inesperado ocurre”, destaca Stefan Kühn, especialista en documentación informática de FNT Software.
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