El Mercat de Sant Antoni es una institución en la Ciudad Condal, uno de sus siete mercados más importantes. Diseñado por el arquitecto Antoni Rovia i Trias, dentro del denominado Plan Cerdá, comenzó su construcción en 1879 y se inauguró tres años más tarde, hoy es un lugar de encuentro en el que los vecinos de la urbe pueden encontrar todo tipo de productos de alimentación, así como prendas de ropa o utillaje para la casa. Al menos, es así entre semana, el fin de semana todo cambia.
El domingo ese lugar parece convertirse en el mercadillo de libros de South Bank en Londres (bajo el Waterloo Bridge), con decenas de paradas que en este caso también tienen espacio para el mundo del cómic, los cromos, videojuegos, películas e incluso muñecos. Un lugar ecléctico en el que los visitantes son igual de eclécticos, “No hay un solo perfil de clientes en Sant Antoni. Tienes desde coleccionistas que buscan cosas muy específicas, hasta familias enteras que van a pasar la mañana del domingo”, comenta Raúl Martos, quien empezó a trabajar allí de dependiente con tan solo 16 años.
Hoy, con 40 cumplidos, tiene su propia tienda y puesto, Frikea, en el que vende principalmente cómics, pero también cartas de Pokémon y libros de fantasía y ciencia ficción. En su opinión lo que hace diferente a este mercado es “que tiene calidad, con muchas tiendas especializadas que saben qué vender y pueden asesorar, además de tener buenos precios”. Este último motivo es uno de los principales para muchos de los asistentes, ya que se pueden encontrar pequeñas joyas, o completar colecciones, sin hacer un gran desembolso económico.
Es un auténtico mercado de compra-venta en el que los vendedores también adquieren productos, en ocasiones llevándose una grata sorpresa por ello. Martos cita la ocasión en que se hizo con un lote de diversos cómics, y entre ellos había una colección del personaje Miracle Man por la que de forma habitual se piden más de € 100. De igual forma, por ese mismo precio ha vendido en ocasiones cartas de Pokémon, aunque matiza que este tipo de materiales suele ser solo de encargo.
De forma personal, y como asiduo de este mercado de libros, he tenido la fortuna de encontrar desde antiguas figuras de PVC para mi colección privada ,o números atrasados de series de cómics ya descatalogadas como Secret Wars o G.I. Joe: Héroes internacionales. Y, por supuesto, libros de diversos tipos: desde material divulgativo y de estudio a antiguas novelas pulp, de personajes icónicos como La Sombra o Fu-Manchú, en buen estado y a precios muy asequibles.
Una forma estupenda, y llena de cultura, de pasar un domingo por la mañana en Barcelona.
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