Estos resultados reflejan una realidad clara: aunque la digitalización continúa siendo una prioridad en las organizaciones, la dimensión humana del liderazgo es más relevante que nunca. La búsqueda de un mayor equilibrio entre vida profesional y personal se impone frente a la adopción tecnológica y la operativa que acompaña a los puestos intermedios.
“Los mandos intermedios son el nexo entre la estrategia y las personas. Su papel es fundamental para impulsar la transformación, pero también para sostener la cultura de bienestar y equilibrio dentro de las empresas”, explica Albert Corbella, Business Leader de Claire Joster. Además, señala que “si bien la tecnología es clave para la competitividad, los líderes valoran cada vez más la posibilidad de conciliar y de liderar desde la empatía y la flexibilidad”.
En este sentido, los mandos intermedios destacan como prioridad la creación de entornos laborales más humanos, donde la digitalización se vea como una herramienta al servicio de las personas, y no como una fuente adicional de estrés.
El liderazgo intermedio, clave en la transformación cultural
El estudio también subraya que los mandos intermedios desempeñan un papel decisivo en la implantación de nuevas formas de trabajo y en la transmisión de la cultura organizativa. Son, a menudo, quienes traducen los grandes planes estratégicos en realidades cotidianas, equilibrando resultados y bienestar. Sin embargo, esta posición los sitúa en un entorno de alta exigencia, donde deben responder a la vez a la presión tecnológica y a la demanda de flexibilidad por parte de sus equipos.
La capacidad de conciliar, liderar con empatía y gestionar equipos diversos se perfila como la verdadera ventaja competitiva en este nuevo contexto. Según el informe, el 55 % de los mandos intermedios considera la flexibilidad horaria una herramienta clave para reducir el estrés y mejorar la fidelización del talento, especialmente en empresas que ya han integrado modelos híbridos.
Un modelo People first para un liderazgo sostenible
Este estudio de Claire Joster People first subraya que la evolución del liderazgo pasa por alinear la transformación tecnológica con el desarrollo humano. En este contexto, la formación continua, la escucha activa y la empatía se consolidan como competencias esenciales para afrontar los próximos años.
“Las organizaciones que logren integrar tecnología y bienestar serán las que mejor fidelicen y desarrollen su talento”, añade Corbella. “Poner a las personas en el centro no es solo un valor cultural, sino una estrategia de futuro que permite construir empresas más sostenibles y resilientes”, concluye.
Así, la conciliación familiar se impone como el gran reto del liderazgo intermedio en un entorno marcado por la innovación, recordando que el éxito empresarial no puede desligarse del bienestar y el propósito de quienes lo hacen posible.
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