Con este movimiento, la mayor empresa del IBEX35 por capitalización bursátil, la compañía internacional de distribución de moda con mayores ingresos y una de las más grandes corporaciones a nivel mundial (puesto 398 en el ranquin Global500 de Fortune), renueva la estructura de su gobierno corporativo.
Los mercados, tan dados a la sobreactuación en los últimos tiempos, no han acogido con agrado esta reestructuración y la cotización de los títulos de Inditex bajó más de un 6 % después del anuncio. Sin embargo, desde una perspectiva de gestión empresarial, y a la luz de las evidencias científicas en el ámbito del gobierno corporativo, la decisión se adivina bastante acertada por las diversas razones que a continuación explicamos.
1. Planificación estratégica
La sustitución de Pablo Isla por Marta Ortega en la presidencia del consejo parece enmarcarse en un proceso de relevo meditado, de largo recorrido y minuciosamente planificado. Esto es señal de que cuenta con el beneplácito y la legitimidad de los principales actores de gobierno de la compañía.
La hija de Amancio Ortega conoce la empresa y tiene experiencia en su gestión: durante los últimos 15 años ha trabajado en diferentes puestos, responsabilidades y áreas del grupo Inditex. Además, el relevo se produce en un momento óptimo, por la solidez de los resultados de la compañía y por la bien definida estrategia corporativa. Esto va a permitir a la nueva presidenta y a su equipo aprovechar la ola del modelo de éxito que ha venido desarrollando la compañía.
2. Gran corporación pero una empresa familiar
Con el nombramiento de Marta Ortega se materializa el relevo generacional de la familia dentro de la corporación. Amancio Ortega, de 85 años y con casi un 60 % de participación directa en su capital social, manda un mensaje contundente a accionistas e inversores: en Inditex, la familia sigue siendo lo más importante.
Las evidencias científicas de las investigaciones sobre los efectos del relevo generacional en la empresa familiar avalan esta decisión de transición. Hay estudios que han puesto de manifiesto que los niveles de rentabilidad y valores de mercado son superiores en aquellas empresas familiares dirigidas por miembros de la propia familia respecto a las que recurren a directivos profesionales externos.
3. Prudencia empresarial
Aunque el buen desempeño de Pablo Isla al frente de Inditex –primero como CEO y luego como presidente ejecutivo– puede generar dudas sobre si Marta Ortega estará a la altura de las circunstancias, lo cierto es que la reestructuración se está realizando con cierta prudencia.
Marta Ortega será la nueva presidenta del consejo, pero sin funciones ejecutivas. Así, no estará tanto en la gestión del día a día de la empresa (para la que se ha nombrado a un nuevo CEO, Óscar García Maceiras) pero sí será la máxima responsable y lo supervisará todo, en su calidad de presidenta dominical en representación de la familia Ortega.
Además, se incorpora un comité de dirección que estará compuesto por directivos experimentados y bien consolidados provenientes de las diferentes áreas y negocios clave de la compañía.
4. Vuelta a los orígenes
Con esta nueva estructura de gobierno Inditex vuelve al modelo iniciado en 1997 con el fundador y propietario familiar como presidente y un CEO ajeno a la familia. Aunque esta separación de poderes no es muy habitual en el ámbito del gobierno corporativo de las empresas cotizadas españolas, sí lo es en el contexto anglosajón.
Accionistas e inversores ven con buenos ojos este modelo, que viene avalado por los estudios que señalan que separar propiedad y gestión tiene efectos positivos en los resultados y el valor de las empresas al dotarlas de estructuras más ágiles e independientes para la toma de decisiones.
5. Otra mujer en la cumbre
A partir del 1 abril de 2022 serán ya tres las mujeres que presidan una empresa del Ibex: Marta Ortega se sumará a Ana Botín de Banco Santander y Beatriz Corredor de Red Eléctrica.
La figura de Marta Ortega puede ayudar a seguir visibilizando la presencia de la mujer en puestos de máxima responsabilidad de grandes corporaciones. Esperemos que esto pueda motivar y servir de guía a otras profesionales.
Hay estudios que demuestran que el aumento de la diversidad de género en consejos y comités directivos fomenta la heterogeneidad en las habilidades y los estilos de liderazgo. Esto a su vez que contribuye a la mejora en la toma de decisiones corporativas y se relaciona positivamente con la rentabilidad y el valor de mercado de las compañías.
Tiempos nuevos
Está por ver si esta nueva estructura de gobierno corporativo es capaz de afrontar con éxito los principales retos de la compañía:
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Culminar la transformación digital.
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Reconfigurar el modelo de tiendas.
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Acelerar el giro hacia la sostenibilidad.
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Competir con garantías con los gigantes globales del comercio online.
Quizás el principal punto débil de esta reestructuración está en la calidad del propio tándem Presidenta-CEO: ambos se estrenan en puestos de muy alta responsabilidad sin una contraparte fuerte y experimentada que les sirva de apoyo (como sí serían Pablo Isla o Amancio Ortega). Además, García Meiras tiene un perfil jurídico y escasa experiencia tanto en la compañía (llegó a Inditex hace menos de un año) como en el sector pues proviene de la banca.
Pero sobre el papel, y desde la perspectiva de las evidencias y buenas prácticas de la gestión empresarial, los aspectos positivos de la renovación de la cúpula directiva de Inditex parecen superar con creces sus potenciales debilidades.
Gregorio Sánchez Marín, Catedrático de Organización de Empresas, Universidad de Alcalá
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.