Su cuñado, belga, compró un kit para hacer cerveza como regalo de boda. “Era muy rudimentario, con un cubo de plástico, pero me pareció muy original. Además, como me gusta cocinar y había todo un aprendizaje detrás, nos lo planteamos con mi exmarido Peio, también como una forma para poder conciliar con el cuidado de nuestra hija”, expresa Silvia.
Pusieron manos a la obra. Comenzaron a probar, encontraron buenos ejemplos en Estados Unidos. En cuatro meses tenían la tienda en marcha. Elaboraron un primer kit con su correspondiente receta. Tímidamente se fueron abriendo paso hasta convertirse en un punto de referencia.
Son varias las personas que se acercan para adentrarse en la aventura de preparar su propia cerveza. Las mueve el interés por probar nuevas combinaciones y disfrutar siendo parte activa del proceso de elaboración de la bebida alcohólica consumida por el 81% de la población española de entre 18 y 65 años, según el último estudio realizado en 2020.
No es necesaria la formación previa para poder preparar tu propia cerveza. Los kits traen instrucciones precisas y se puede realizar con elementos que tenemos en casa como ollas y un colador. La opción preferida por los principiantes es el kit de 4 litros que cuesta € 59,95.
“No implica gran inversión, puede parecer un poco caótico al principio porque son muchas cosas y no se conoce el proceso, pero al final es como cuando se cocina siguiendo una receta con sus tiempos y sus medidas”, aclara Silvia Navarro.
Para hacernos una idea general, el kit contiene una damajuana de vidrio comprada en Italia. Maltas de cebada, dos variedades de lúpulos (se puede elegir entre varias opciones como cervezas rubias, oscuras, IPA, etc), una bolsa de dextrosa (azúcar) un termómetro y otros accesorios. Mientras la "sopa", como la define Silvia, fermenta durante 14 días se le pone un tapón para que salga el dióxido de carbono y no entren bacterias.
Luego, se coloca una caña de goma para traspasar el líquido a las botellas. “Le añadimos un poquito de glucosa, entonces la levadura que está viva, que es la gracia, vuelve a encontrar en las botellas un poquito de oxígeno, de azúcar y genera el dióxido de carbono para la gasificación”.
También tienen disponibles kits de 10 y de 20 litros (€ 92 y € 305 respectivamente). “Con esta última opción se añade el trabajo del embotellado. A veces lo escogen personas que comparten y entonces son varias manos, o quienes lo hacen una vez cada dos meses”, comenta la propietaria que no deja de preparar pedidos y atender consultas.
El público de Family Beer es mayoritariamente masculino. "Mucha gente joven, desde los 23 años, y otros hombres mayores que lo hacen como hobby una vez jubilados, por ejemplo".
Las mujeres se han incorporado más en la elaboración de queso (fresco y curado), fermentados vegetales y kombucha, que son las últimas propuestas que se pueden encontrar en Family Beer.
Silvia Navarro ofrece asesoramiento dependiendo del espacio que se tiene en el hogar, de los objetivos y los gustos. Pero a veces el alumno supera al maestro. “Yo iba siempre por delante, pero ahora hay clientes que saben más que yo porque químicamente hay muchas variantes, puedes controlar el agua, hay estilos con bacterias y no solo levaduras, entonces ya hay posibilidad de hacer cosas en casa que antes era imposible”.