Este posicionamiento es coincidente con los de los gobiernos de Euskadi y de Cantabria y tiene el apoyo de los sindicatos UGT y CCOO, como representantes mayoritarios de los trabajadores de las empresas del Grupo CELSA en el Estado (Celsa Barcelona, Global Steel Wire, Celsa Atlantic y Nervacero).
Celsa Group es hoy una de las primeras compañías en aportación al PIB industrial de Catalunya y el Estado. Es también uno de los primeros generadores de puestos de trabajo y líder en el desarrollo de tecnologías y sistemas de producción que aseguran la autonomía industrial y la generación de empleo de calidad en un sector fundamental como es la producción de acero.
Además, la compañía ha desarrollado un modelo de producción circular y bajas emisiones plenamente coincidentes con las demandas europeas de generar una industria sostenible y descarbonizada. Este modelo líder y líder en el continente europeo le ha permitido demostrar su viabilidad, una vez sobrepasado el entorno negativo generado por el COVID, cerrando el año 2021 y 2022 con unos niveles de facturación récord en la historia de la compañía.
La compañía sufrió los efectos de la pandemia y solicitó financiación del Fondo Europeo de Ayuda a Empresas Estratégicas, que actualmente está bloqueada por el rechazo de los fondos acreedores de la compañía. El Gobierno catalán cree que la ayuda pública aprobada por el gobierno español con el apoyo de todo el entorno social e industrial de la compañía es la solución necesaria que asegura el mantenimiento del centro de decisión y su viabilidad económica y social, ya que reconoce el valor estratégico de la compañía y protege la integridad de la cadena de valor y el modelo industrial que garantiza la reinversión de recursos y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
El ejecutivo considera que la compañía es estratégica para la economía y por eso reitera su apoyo al grupo, a sus trabajadores, ya los valores industriales estratégicos que representa.