En concreto, la marca de moda japonesa Uniqlo asegura en la portada de su web que es "consciente" de la existencia de webs engañosas, por lo que no duda en avisar al cliente de que tenga cuidado con estas páginas falsas y fraudulentas.
De esta forma, pide que si el consumidor detecta alguna web fraudulenta, haga una captura de pantalla, contacte con ellos para investigarlo y tomar así las medidas oportunas contra los sitios web falsos.
Además, recuerda que Uniqlo no ofrece un sistema de franquicia ni utiliza ninguna plataforma de terceros en Europa para vender sus productos.
Por su parte, Pull&Bear, una de las marcas para jóvenes del grupo Inditex, también ha alertado a sus clientes de posibles fraudes 'online' y en su web explica cómo evitar estafas al comprar por Internet, por lo que recomienda antes de comprar fijarse en los precios, comprobar la información legal de la empresa, revisar el aspecto visual de la tienda, comprobar si dispone de un certificado de seguridad y analizar los tipos de pago permitidos.
También han advertido de correos fraudulentos, ya que en algunos casos, consiguen suplantar la identidad de la marca para que puedan pensar que el correo ha sido enviado por el equipo de Pull&Bear con la finalidad de conseguir información personal del cliente. Y anima a los consumidores a avisar de forma inmediata al banco y ponerse en contacto con la marca.
Unas recomendaciones y advertencias de las marcas de moda que llegan en plena campaña de rebajas y en una semana en la que la Policía Nacional ha bloqueado diversas páginas web fraudulentas cuyo diseño imitaba los portales de populares marcas de ropa con el objetivo de estafar a las víctimas invitándolas a comprar productos con grandes descuentos, aprovechando el incremento de las compras en la época navideña.
La organización criminal detrás de las páginas web usaba las técnicas del 'phising' y el 'spoofing', es decir, ofrecían a través de estas webs fraudulentas productos a un precio muy inferior a su valor de mercado. Una vez las víctimas realizaban el pago, el pedido nunca llegaba a los clientes.
Según comunicó la Policía, los estafadores replicaban la cabecera, logos y maquetación de las marcas y promocionaban las páginas web en redes sociales como Facebook o Instagram. Los dominios eran registrados en empresas de países americanos y asiáticos, mientras que los cobros a las víctimas se realizaban a través de un comercio con sede en Brasil.
Para dar mayor credibilidad a su supuesta actividad comercial, los estafadores utilizaban certificados SSL, que cifran los datos introducidos, y el protocolo HTTPS, que muestra un candado en la barra de navegación que hasta ahora se consideraba como indicador de sitio web seguro.
Las fuerzas de seguridad han señalado que este tipo de páginas web proliferan en épocas de alta demanda comercial, como puede ser el 'Black Friday' o la Navidad. Los agentes aconsejan ser precabidos con las promociones que llegan por 'email' o redes sociales, así como desconfiar de los descuentos "excesivos".