El chicle ha sido creado por los fundadores de la empresa José Antonio González-Cuevas y Curro Espinós, y ha contado con un equipo liderado por el doctor en Inmunología Molecular por la Universidad de Cambridge Marcos Isamat, según un comunicado de la empresa este jueves.
González-Cuevas ha explicado que el chicle cuenta con acción virucida gracias a "un cóctel de tres ácidos capaces de desactivar el coronavirus en la boca, principal espacio de replicación".
La empresa asegura que su producto ha sido probado por un laboratorio de Berlón y por la Universitat Autònoma de Barcelona, y que se ha garantizado la "inocuidad del compuesto tanto en las mucosas humanas como en términos de erosión dental".
La firma ha decidido no comercializar el producto como medicamento por los plazos de aprobación, y prevé iniciar su comercialización en las Islas Canarias a principios de febrero bajo el nombre Chewing Mask (mascarilla para mascar, en su traducción literal).