Sostenibilidad, productos naturales y belleza. Esos son tres conceptos, que hasta hace poco se creían antagónicos, son los que ha conseguido unir Cocunat. La firma, nacida en Barcelona en 2013 de la mano de dos emprendedores -Ignacio Faus y Sara Werner-, encontró en 2020 un gran filón gracias al comercio electrónico, que disparó sus ventas, pasando de € 4 a € 32 millones de facturación en un solo curso.
Sara Werner, una de los dos responsables de este éxito relata a InfoNegocios Barcelona cómo vivieron este momento complicado y cómo en menos de una década han conseguido levantar un negocio de éxito en base a una idea revolucionaria en nuestro país.
-¿Qué supuso 2020 para Cocunat, un momento de cambio en el que la pandemia y la digitalización cambiaron las reglas del juego?
-Cocunat es una empresa que está dentro de lo que el Estado reconoció como servicios mínimos durante el estado de alarma. Al ser una marca de cosmética “toxic free”, todas las personas que tienen alergia a químicos concretos o interesadas en este tipo de cosmética sólo podían comprar estos productos en nuestra empresa.
Si bien, al principio las ventas cayeron de forma meteórica, superado ese primer momento de shock durante el confinamiento, los clientes empezaron a hacer vida normal. Ayudó el hecho de que habíamos implementado un protocolo muy estricto de seguridad, higiene y atención al cliente hizo que las ventas empezaran a subir, estabilizarse y permitir que llegáramos a segmentos nuevos que antes no estaban en Internet.
-¿Y qué ocurrió con los clientes digitales?
-Apenas un mes después del inicio del Estado de alarma, notamos un cambio de paradigma: empezamos a ver a un nuevo consumidor, aquel que necesitaba comprar productos de calidad, pero buceaban por la Red para encontrarlo.
Se puede decir que la situación provocada por el coronavirus nos ha beneficiado. Hemos visto incrementadas nuestras ventas entre un 20 y un 30% desde el inicio de la pandemia. La única forma de comprar era online, así que ser uno de los players más fuertes en este sector, y al ser nativos digitales, contamos con un plus que las empresas tradicionales no tuvieron.
-¿Cuál es el problema real de los componentes tóxicos en la cosmética y cómo habéis solucionado ese problema para ofrecer un producto sostenible y que cuida la salud?
-El problema real son los componentes. Mientras en el ambiente podemos referirnos a los tóxicos como contaminación, si buscamos el símil en la alimentación, nos referiremos a los pesticidas.
Al introducirme en este sector descubrí muchos ingredientes tipificados como tóxicos por la comunidad científica incorporados en los productos de higiene y belleza y, sin embargo, aunque eran estudios incluso subvencionados por la Unión Europea, la normativa sigue sin actualizarse. Por ello seguimos viendo casos, como el de mi madre, de Sensibilidad Química Múltiple, entre otras afecciones.
La solución ha sido buscar una alternativa a estos productos con fórmulas innovadoras. Esto demuestra que estamos en el buen camino y que Cocunat es el futuro de la cosmética.
-¿Cuál es el proceso de selección de las marcas y de los ingredientes de los productos?
Se parte de una tendencia, un aroma o una materia prima que descubres en tu día a día. Tras ello, se delega la tarea en un equipo de creativos y formuladores para convertirla en el producto final.
-¿Cuál es el futuro de Cocunat?
-En un lustro queremos estar presentes en todas las casas de España y del mundo, ya sea de forma directa o indirecta.