El director general d’Innovació y Emprendedoria del Departament d’Empresa i Treball , Lluís Juncà, ha asegurado que “constatamos que estamos al final de un paradigma: que la economía vaya bien no significa que todo vaya bien y por este motivo necesitamos cambiar”. En esta línea, el director general añadió que “sin nuevos indicadores no tendremos información para trazar una nueva estrategia” y destacó que “con estas herramientas tenemos que ser capaces de construir una estrategia, una visión como país, y esto requerirá coraje.
Juncà hizo estas declaraciones en la conclusión de la jornada de presentación de los Indicadores de Progreso y Bienestar, una iniciativa de la Cambra de Barcelona para evaluar el crecimiento de Cataluña poniendo el énfasis en la vertiente cualitativa.
Una visión cualitativa de las economías
En este sentido, los Indicadores de Progreso de Bienestar son un conjunto de variables que quieren superar un esquema de análisis puramente cuantitativo del crecimiento de las economías.
Asimismo, el sistema creado por la Cambra de Barcelona va más allá del Producto Interior Bruto y, a pesar de tenerlo en cuenta, identifica y analiza otros valores clave alrededor de cuatro grandes bloques:
- Progreso
- Bienestar
- Sostenibilidad y
- Calidad del crecimiento
De hecho, según señala la Cambra de Barcelona en una nota de prensa: “el progreso económico no se ha traducido en bienestar efectivo para la población; el consumo privado y los salarios reales están estancados a niveles de hace 20 años”.
Así, bajo estos criterios, si bien Cataluña ha experimentado un progreso económico notable, según la Cambra de Barcelona todavía tiene recorrido en materia de salarios, nivel de consumo, sostenibilidad o progreso tecnológico, entre otros cuestiones; una brecha respecto a los cinco principales estados fundadores de la Unión Europea (Alemania, Francia, Italia, los Países Bajos y Bélgica) a la cual se han añadido últimamente los efectos de la pandemia.
Aun así, desde la Cambra esperan que los planes de reforma y recuperación aprobados a raíz de la crisis del coronavirus se puedan aprovechar y Cataluña supere sus déficits.