Eso mismo es lo que hace no mucho ha hecho Amazon, la popular empresa que Jeff Bezos fundó en 1994, que ya contaba con sus propio sistema de suscripción online, Amazon Prime con más de 200 millones de usuarios mundiales, además de su propio estudio de creación, Amazon Studios. Ahora el ya enorme conglomerado, que mueve miles y miles de dólares y de productos al año, se hace todavía más enorme con la adquisición de la veterana productora cinematográfica MGM Holdings (Metro-Goldwyn-Mayer). O, en otras palabras, la sonrisa de Amazon se ha comido al león de la Metro.
Este añeja empresa nació en 1924, precisamente de una fusión comercial en la que se unieron la Metro Pictures Corporation, la Goldwyn Pictures Corporation y a Loius B. Mayer Pictures, con lo que en cierta forma la compra-venta está intrínseca a su ADN. A lo largo de sus años de producción la compañía ha fabricado grandes y recordados títulos como La parada de los monstruos (1932), El bazar de las sorpresas (1940), Cantando bajo la lluvia (1952), La pantera rosa (1963), Poltergeist (1982), El silencio de los corderos (1991), Stargate (1994) o Rocky Balboa (2006), entre otros muchos títulos televisivos como El cuento de la criada (2017), Fargo (2014) y Vikingos (2013).
Pero todo este extenso catálogo, ¿pasará a encontrarse dentro de las opciones de Amazon? Sí y no. Sí, ya que gran parte de todo lo que la MGM realizó en sus años de vida pertenece ahora a la empresa de Bezos y por tanto podrá ser disfrutado por sus usuarios. No, ya que parte de su biblioteca fue vendida tiempo atrás y pertenece a otros. En concreto el catálogo anterior a 1986 está en manos de Ted Turner y Warner Media, con lo que parte de las producciones más legendarias y atractivas no estarán disponibles, a menos que se llegue a una serie de nuevos acuerdos (lo que es complicado, ya que Warner también dispone de su propio servicio de streaming, HBO Max).
Este hecho además es relevante por otros dos motivos. El primero es que en el pasado la MGM ha padecido momentos realmente duros, pasando de mano en mano (Kirk Kerkorian, Ted Turner y Giancarlo Parretti) hasta llegar a 2004 cuando fue adquirida por Sony, y poco más de un lustro después se declaró en bancarrota. Así que esta compra por parte de Amazon puede suponer un alivio de todos sus males y, con suerte, un nuevo camino (aunque este no sea de baldosas amarillas).
El segundo motivo es que sin que seamos realmente conscientes de ello, es un hito en la historia, un antes y un después en toda regla que puede marcar todo lo que está por venir en la industria del ocio y el entretenimiento. ¿Y eso? Muy sencillo, estamos ante la primera gran compra de un estudio cinematográfico de primer nivel por parte de un servicio de streaming, uno que además en 2020 destinó 7000 millones de dólares para producción propia. Es el pistoletazo de salida para toda una nueva era, que se gesta desde hace años y que, por el momento, camina por territorios inciertos.
El acuerdo resultante ha alcanzado la cifra de 8450 millones de dólares por unas 4000 películas, y otras tantas miles de horas de contenedio televisivo, además del tremendo valor de propiedades intelectuales bien conocidas a las que podrán dar una nueva vida. Es el caso de la saga James Bond, que pasa ahora a estar bajo el dominio de Amazon y que, según apuntan algunos rumores, sus intenciones serían las de girar las aventuras del espía más conocido de todos los tiempos hacia la ciencia ficción. Algo que suena muy arriesgado, ya que la anterior intentona, Moonraker en 1979 (a rebufo del éxito de La guerra de las galaxias), no fue precisamente muy bien acogida por los fans del agente secreto.
Pero la pregunta, más allá de qué sucederá con las franquicias propias, y su posible evolución, es si esto será suficiente cebo para que piquen nuevos suscriptores en estas descaradas “streaming wars” en las que vivimos. Hay que recordar que las opciones que tiene el consumidor son cada vez mayores, con Walt Disney como principal elección para un gran sector del público debido a sus variados contenidos (no olvidemos que poseé Marvel, Pixar, Star Wars, Los Simpson, Futurama…), siendo ahora mismo la más ecléctica en sus propuestas pero además la más poderosa; no así la más elegida, esa sigue siendo, hoy por hoy, Netflix que en suscriptores duplica a los del ratón.
Esto plantea debate: ¿Qué futuro le espera al mundo del cine? Una pregunta de relevancia, más al ver que las majors cada vez más están apostando por estrenos duales (en plataformas y gran pantalla), algo que comenzó debido a la pandemia pero que tiene visos de que ha venido para quedarse. La demanda de contenidos para consumir en casa, o fuera a través de diversos dispositivos, ha crecido de forma exponencial en los últimos años, ganando enteros y poniendo en serios aprietos a todo un sector.
¿Pasaremos a ver a James Bond solo a través de nuestros ordenadores y móviles? Solo el tiempo lo dirá.