Germark, fabricante líder de etiquetas, se ha convertido, además, en la primera empresa en España en optar por la impresión etiquetas sostenibles. Para ello han realizado una inversión de € 200.000 en la planta situada en Cornellà de Llobregat (Barcelona), con la que pretenden reducir hasta en 5 veces los residuos y emisiones de CO2 emitidos a la atmósfera a causa del etiquetado.
Al hablar de etiquetado sostenible, se menciona la parte del diseño de las etiquetas que requieren efecto metálico. Y es que las tecnologías de metalización disponibles en el mercado (estampación) funcionan mediante una película metalizada que genera bastantes residuos.
Este innovador sistema permite aplicar el metal únicamente donde es necesario, al estilo de una impresión, lo que contribuye a reducir los residuos. Un proceso que, tal y como señalan desde Germark no supone un encarecimiento de los productos.
¿Por qué es tan relevante para el consumo la industria del etiquetado y esta nueva tecnología?
Desde Germark señalan que “la industria del etiquetado tiene como objetivo identificar y decorar los productos a los que se adhiere la etiqueta”. Esto implica que se deba incluir la información relevante, que incluye datos del cliente receptor, del remitente y código de barras, entre otros elementos.
Asimismo, la empresa añade que también dan relevancia a “hacer atractivo el producto al consumidor mediante la imagen gráfica de la etiqueta, la forma o el material para el producto sea elegido por el consumidor”.
Gracias a este nuevo procedimiento, “se puede estimar una reducción en emisiones que sobrepasan los 12.000 kg de CO2” al año, sentencian desde Germark.
Además, desde la firma también señalan que sería de gran ayuda “armonizar los requerimientos medioambientales en todo el territorio del estado”. Un problema que surge de unas competencias medioambiente traspasadas a las CCAA, originando distintas regulaciones y hasta favoreciendo una suerte de “dumping medioambiental”.