Siempre ha habido parejas que entrenan juntas, no solo a nivel sentimental, sino aquellas que se forman en el entrenamiento, que se conocen en la sala y que llega un punto en el que incluso comparten más espacios y hasta competiciones juntas.
El entreno en pareja, podría ser un buen ejemplo para trasladar a otros ámbitos de “trabajo”: uno tira del otro, hay ayuda mutua y por tanto se crea una buena relación. Este tipo de entrenamientos, en palabras de Toni Torres Bastida, Técnico Deportivo Superior y Entrenador Nacional de Fútbol Sala UEFA Pro, “suelen ser incluso hasta más productivos, porque se comparten motivaciones, empuje, esfuerzo. Por ejemplo: no todos los días tenemos las mismas ganas de entrenar y entonces ahí está tu pareja para darte ánimos”.
En su opinión, ésta es una de las posibilidades más interesantes: se trata casi de un mini equipo en el que parejas de amigos o conocidos crean una competición sana con ideas como “a ver si acabo el entrenamiento”, “si lo aguanto entero”, situaciones de superaciones mutuas, desafíos, ganas.
Juntos y revueltos
En cuanto a las parejas sentimentales ya se juegan otros factores, dice. “Depende de la relación establecida: hay quienes disfrutan mucho de compartir estos espacios y otros no tanto. Si la pareja está de acuerdo, debería ser un añadido, un extra, algo que te motive para disfrutar esos lugares y tiempos con el otro. De hecho, se puede entender como una gran opción, ya que con la vida que llevamos, los tiempos para compartir en pareja están cada vez más recortados y poder hacer algo que gusta a ambos, juntos, es super importante”.
Entrenamiento ¿carga o liberación?
Aún siendo de competición o de alta competición, Toni sostiene que ha de ser una liberación. El que practica deporte lo hace porque le gusta y aunque sea en alto rendimiento, lo tiene que disfrutar. En el momento que ya no lo sienta así, el deportista debe plantearse qué está haciendo, ya sea a nivel aficionado, deporte salud... si no disfrutas del camino, da igual la meta que tengas que nunca va a ser suficiente.
Apasionado y entusiasta, Toni Torres Bastida da vida a partir de julio en Castelldefels, al Centre d’Entrenament Team CT9Sports. Un proyecto que trata de volver a ese gimnasio antiguo de barrio donde el gerente conocía a todos sus clientes, les corregía sus ejercicios, en el que los deportistas antes o después del entrenamiento se tomaban un café con él y charlaban. Ese centro por el que alguien pasaba un momento a saludar a un amigo que estaba entrenando. Es decir, recuperar ese trato cercano que se fue perdiendo con los grandísimos gimnasios con miles de socios, llenos de máquinas, donde la gente no se conoce y no hablan entre ellos. La idea es retomar esa esencia del trato cercano con el cliente y crear vínculo.
De hecho, lanza una campaña para “socios fundadores” (los primeros 30, en principio) de € 1 al día (€ 30 al mes) con un compromiso anual, sin matrícula. Las sesiones individuales, previamente planificadas en base a unos objetivos, tendrán un coste añadido de € 20 la sesión.
Una reflexión nacida en momentos de confinamiento comenta, donde queríamos hacer mucho y podíamos hacer poco dio luz a este centro que pretende impulsar los entrenamientos. Hacer algo que de verdad te satisface, ser valiente (si cabe el término) y, sobre todo, intentarlo, con trabajo y mucha ilusión.