El mismo informe destaca cuáles son las operaciones específicas donde las empresas están centrando o van a centrar sus esfuerzos en el uso de la inteligencia artificial, que pasan por reforzar las áreas dedicadas a la ciberseguridad a través de herramientas o soluciones de terceros y en la mejora del proceso de la operativa interna, a través de la optimización de transacciones y del backoffice, sí como de un mayor servicio de asesoramiento.
Además, casi la mitad de las entidades participantes en el estudio ya tiene la capacidad de captar dato en tiempo real. El 27% de estas obtiene tanto dato desestructurado (imágenes, vídeo y texto libre….) como dato estructurado. En el 55% de los casos se suele captar el dato en diferido o sin supervisión de los usuarios (el denominado modelo en batch, con un 17%). En esta línea, nueve de cada diez empresas, gracias al uso de la inteligencia artificial, ya son capaces de analizar y extraer algún tipo de conclusión e identificar patrones. En la gran mayoría de compañías analizadas en el estudio, se constata, además, un grado máximo de intervención humana a la hora de aplicar los modelos de IA internamente.
El informe también considera la motivación del sector financiero para adoptar la inteligencia artificial. Entre todas las razones que influyen a las compañías entrevistadas para comenzar a usar la IA o hacerlo de una forma más intensiva, destaca la eficiencia y optimización de los procesos internos, siendo uno de los aspectos de mayor importancia para ocho de cada diez organizaciones. Otra de las motivaciones es la mejora del proceso de la toma de decisiones basada en datos. En esta línea, más de la mitad de las empresas ya inicia su proceso de adopción de inteligencia artificial teniendo claro cuál va a ser su plan de negocio en torno a esta digitalización y con el foco puesto en medir el retorno de la inversión realizada.
Respecto a las barreras o factores que ralentizan el camino hacia la aplicación de la inteligencia artificial, el documento menciona la falta de capacidades y recursos internos, el nivel de desconocimiento tecnológico y falta de capacidad de los recursos disponibles para TI, la falta de un modelo de gobierno del dato robusto, la calidad del dato y la aversión al cambio, así como dificultades de adaptación a los cambios que estos procesos conllevan.
La inteligencia artificial como recurso clave para el sector
La industria de Banca y Seguros se encuentra en un momento de intensa actividad, influenciado por diversos factores económicos, políticos y sociales. Esto conlleva una necesidad urgente de implementar profundas transformaciones en los procesos de negocio para sostener la competitividad y responder, entre otras cosas, a las expectativas de los consumidores y a la necesidad de hacer estos procesos más eficientes. La creciente inflación y los cambios en los patrones de consumo han motivado a las entidades financieras y aseguradoras a acelerar sus esfuerzos en innovación para lograr un impacto efectivo.
En este contexto y según declara Ignacio Fernández, director Global de Servicios Financieros y Seguros en Minsait, la inteligencia artificial “se posiciona como un recurso clave para revolucionar los modelos de negocio actuales con una eficiencia y personalización a una velocidad sin precedentes. Esta transformación no se limita únicamente al sector financiero, sino que abarca todos los ámbitos de actividad, representando un
recurso que sin duda acelerará el cambio en nuestra manera de vivir.” Fernández Pérez también añade que “la IA tiene un impacto significativo en la optimización y la mejora de la experiencia del cliente, con el propósito de fomentar una mayor lealtad. La meta se centra en rediseñar los procesos, fortalecer la ciberseguridad y la detección de fraudes, y desarrollar nuevos modelos de negocio que faciliten el acceso a segmentos emergentes”. El Informe Ascendant Madurez Digital 2024 de Minsait aborda, en su quinta edición, el contexto y grado de adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas y las Administraciones públicas. Para ello, se ha analizado la información aportada por más de 900 organizaciones de España y otros países procedentes de 15 sectores diferentes de actividad.